Una ADSL no apta para aprensivos

n. mirás SANTIAGO

SANTIAGO

Vodafone le factura a un catedrático jubilado 4.740,20 euros de teléfono.

31 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando a E. R. le llamaron del banco para decirle que le acababa de llegar una factura de teléfono por importe de 4.740,20 euros, al titular de la línea, un vecino de Ramón Cabanillas, casi le da un pasmo. ¿Casi 5.000 euros de teléfono fijo y ADSL? En casa de este catedrático de francés jubilado estaban acostumbrados a pagar ochenta, cien, 120 euros mensuales y, para eso, porque tiene dos hijas estudiando en el extranjero y las llamadas siempre suben algo. Pero de eso a 4.740,20... El profesor se fue al banco y en el ordenador le dieron otra sorpresa: el mes anterior le habían cargado, sin que él se diese cuenta del movimiento -no le había prestado atención a los movimientos bancarios- otra factura desorbitada de 565,40. La compañía: Vodafone. Plan de emergencia: como todavía estaba a tiempo, el titular de la línea dio orden al banco de anular los dos cargos.

El titular de la línea se fue a una tienda y allí le sacaron las facturas en papel. Y en el listado, de veinte páginas en el caso de la factura de 4.740,20 euros, aparecieron tarifadas interminables conexiones identificadas como mensajes provinientes de números como el 25000, 25065, o 35135. Algunas de 1,05 euros, pero otras, muchísimas, de 5,85 por mensajes que el usuario, asegura, ni jamás recibió ni jamás solicitó. Así, hasta sumar casi 5.000 euros. En la tienda le dijeron que el servicio se había activado entre los meses de septiembre y octubre. «Pero yo apenas uso el ordenador», insiste.

Vodafone se puso manos a la obra cuando le llegaron las facturas devueltas. Pero no para interesarse por la situación, sino, y de manera insistente, para exigirle el pago de las deudas. El afectado, no con poco esfuerzo, consiguió obtener la portabilidad de la línea afectada a Movistar, y lo mismo con las líneas móviles suya y de su mujer. Con toda la documentación se fue a la Oficina Municipal de Información al Consumidor y presentó la correspondiente reclamación contra Vodafone. Su preocupación es que, al someterse al laudo arbitral, desistió por escrito de acudir a la Justicia. Fue la propia policía la que le recomendó que acudiera a Consumo. A ver qué pasa.