Compostela es la capital de la queja

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Cuatro movilizaciones simultaneas complicaron la vida de la ciudad

05 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Si la tensión social se puede medir en la cantidad de protestas que confluyen en un solo día en Santiago, entonces el diagnóstico es de ayer es demoledor: pulpeiros, preferentistas, sindicalistas y partidarios de la explotación minera de Corcoesto -podían haber sido detractores, pero ayer no tocaba- hicieron de la capital de Galicia un verdadero manifestódromo. Razones aparte, semejante desplazamiento humano trastocó completamente la rutina de la ciudad desde primera hora de la mañana.

Los más madrugadores fueron afectados por las preferentes, que se plantaron frente al Parlamento para mostrar su apoyo a los perjudicados que estaban citados a declarar en la comisión de investigación. Como acostumbran, se hicieron oír y llegaron a cortar la calle del Hórreo, aunque la policía, que estaba sobre aviso, consiguió ordenar la protesta y hacerla compatible, en la medida de lo posible, con la vida de un jueves.

Hacia las doce, una salva de petardos anunciaba la llegada, también al viejo cuartel del Hórreo, de los partidarios del plan para extraer oro en Corcoesto. Y eso obligó a los agentes a desdoblar esfuerzos. El ruido de las bocinas y la pirotecnia se oía perfectamente desde la plaza de Galicia.

No había que irse muy lejos para encontrarse con otra queja amplificada. Hubo dudas de si los pulpeiros caminarían hasta San Caetano o si se quedarían en el Obradoiro. Finalmente, optaron por la segunda opción y allí permanecieron hasta bien entrada la tarde.

Tampoco fue una jornada tranquila en el polígono de Costa Vella, donde el sindicato Unións Agrarias protestó para denunciar las prácticas abusivas contra los productores de pollo gallegos por parte de la cadena de distribución Lidl.

La semana conflictiva arrancó el martes con la protesta de los pulpeiros frente al edificio administrativo de la Xunta en San Caetano, una acción que derivó en enfrentamiento con la policía. Y aún no ha terminado.