«¿Alterarían un Velázquez?»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

<span lang= es-es >La restauración no satisface plenamente a la familia de Asorey</span>. La tierra que se colocó a los pies de la escultura para plantar el rosal oculta la firma del artista y la familia exige el derecho al reconocimiento del autor y a que no se altere la obra en su estado original.
La restauración no satisface plenamente a la familia de Asorey. La tierra que se colocó a los pies de la escultura para plantar el rosal oculta la firma del artista y la familia exige el derecho al reconocimiento del autor y a que no se altere la obra en su estado original. Álvaro ballesteros< / span>

La familia de Asorey exige la retirada de un rosal del monumento de San Francisco al no formar parte de la obra

04 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El monumento a San Francisco fue encargado por los franciscanos al escultor Asorey en 1926 para conmemorar los 700 años de la peregrinación del santo a Santiago. Los herederos del artista, basándose en documentación de la época, insisten en demandar «respeto» y reclaman que se «reponga el monumento según el diseño pensado por Francisco Asorey», es decir, sin rosal. La primera piedra del monumento fue colocada el 17 de octubre de 1926 y fue inaugurado el 24 de junio de 1930 por Rodríguez de Viguri. Ese momento se recogió en El Eco Franciscano, y en las fotos que ilustran el reportaje «no hay rosal».

Un portavoz, en nombre del heredero único del escultor gallego, considera que hay varias razones para «no renunciar al derecho del autor». La Ley de Propiedad Intelectual, en su artículo 14, apartados 3 y 4, dice que es derecho del autor, y de sus herederos, «exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra y exigir el respeto a la integridad de la obra e impedir cualquier deformación».

Asegura que no se trata de una «guerra por cuestiones políticas, sino que el técnico se ha empeñado por un error en el proyecto», al considerar que el rosal estaba en el diseño del Francisco Asorey «y no es así, como puede verse en las fotos del día de la inauguración».

Pero va más allá. El rosal y la tierra «tapan la firma del autor», que está en una de las esquinas de la base de la escultura junto al lugar donde se plantó el rosal, por lo que «no se respeta el derecho de reconocimiento de su condición de autor». El portavoz pregunta: «¿Taparían la firma de Velázquez en un cuadro?. Imagine que le cambiamos el marco y ponemos uno que tape su firma». Insiste en que la única explicación que recibieron fue que «el rosal quedaba bonito; pues venga le ponemos unos globos de colores a las Meninas, que seguro que le quedan bonito. No lo haríamos, ¿verdad?; pues tampoco tiene sentido alterar la escultura de Asorey».

Con la poda que practicada a la planta durante la restauración del monumento, puede leerse la inscripción del base, pero «cuando empiece a crecer ya veremos». José Manuel Asorey Ferreiro, heredero único vivo del legado de Francisco Asorey, comunicó a los responsables de la restauración esta solicitud y, en el caso de que no se retire el rosal, está dispuesto a iniciar acciones judiciales para reclamar el derecho del autor a su reconocimiento y respeto para la escultura.