Las célebres huellas que sigue Merkel

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Castro, Chávez, De Gaulle o Kohl visitaron Santiago antes que la canciller alemana

24 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si se echa la vista atrás para recopilar todos los jefes de gobierno o de estado extranjeros que visitaron Santiago sorprende que el primer papa tardase tanto en pisar la que es, tras Jerusalén y Roma, la tercera ciudad santa de la Cristiandad. Desde que en el 813 se hallaron los restos del Apóstol, pasaron nada menos que 1.169 años hasta que un sumo pontífice besó el suelo de Compostela. Fue Juan Pablo II en el Año Santo de 1982, cuando lanzó aquel «grito lleno de amor» a Europa para que volviera a encontrarse. «Sé tú misma. Descubre tus orígenes», dijo. Wojtyla volvió en 1989 para la Jornada Mundial de la Juventud y marcó una línea que parece ya será tradición a seguir. Benedicto XVI visitó la ciudad en el 2010 y el actual papa, Francisco, es muy probable que no tarde en venir.

Este mismo año, antes de que la canciller alemana, Angela Merkel, cubra hoy junto a Mariano Rajoy un tramo del Camino, el presidente del Gobierno español ejerció también de anfitrión en Santiago del primer ministro japonés, Shinzo Abe. Fue en mayo, pero solo un año antes el príncipe heredero del país del sol naciente, Naruhito, también estuvo en Santiago. De su visita destacó que, como tantos otros turistas de su país, no paró de hacer fotos. En público se mostró impresionado por la belleza de Galicia cuyo verde, dijo, «se parece a Japón».

El presidente uruguayo, José Mujica, también visitó Santiago el año pasado. Fue en junio. El mandatario, auténtica referencia mundial por su austeridad y probada incorruptibilidad, hizo gala en la ciudad de su visión alternativa del mundo al decirle a un grupo de empresarios gallegos: «Les invito a agrandar el horizonte, ¿por qué les vamos a dejar la cancha libre a los gringos y a los chinos?».

Antes que Mujica, en octubre del 2005, visitó Santiago otro líder revolucionario latinoamericano, el venezolano Hugo Chávez, quizás el mayor icono de estos nuevos mandatarios antisistema. El boliviariano, que falleció el 5 de marzo del 2013, no defraudó en su visita. Tras rezar en la Catedral pronunció una de sus frases más célebres en el salón noble del Pazo de Raxoi: «El primer capitalista de la historia fue Judas Iscariote, que vendió por unas monedas a Cristo, el primer socialista».

Como ahora Merkel, en 1995 otro canciller germano estuvo en Compostela para participar en la cumbre bilateral España-Alemania. Fue Helmut Kohl, que estuvo acompañado por su buen amigo el por entonces presidente español, Felipe González. Eran días amargos para el exlíder del PSOE. Días de continuos sobresaltos por múltiples casos de corrupción que afectaban a su partido. Por eso González estuvo callado. No quiso hablar de asuntos internos. Tales fueron sus apuros ante los periodistas que tuvo que ser Kohl el que le echase un capote y, pese a ser conservador y teórico socio europeo del PP, aconsejó a los plumillas que no diesen a Felipe por perdedor, porque creía que Aznar podía no ganar los comicios. Se equivocó, solo un año después los populares ya estaban en la Moncloa.

En 1994 fue otro presidente americano el que acudió a Santiago. El argentino Carlos Menem recibió la medalla de la ciudad y no dudó en disculparse por la edición en su país de un libro que ridiculizaba a los gallegos.