Lola Ramos: «En estos diez años nadie creyó en mí»

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

SANTIAGO

Lola Ramos, vecina de Iria, ante la Fundación Cela.
Lola Ramos, vecina de Iria, ante la Fundación Cela. MERCE ARES< / span>

La vecina que denunció irregularidades en la Fundación Cela dice que hasta tuvo que vender dos coches para pagar abogados

17 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras hacerse pública la imputación de Marina Castaño, Tomás Cavanna y el exmayordomo de la primera en la causa que instruye el Juzgado número 2 de Padrón, a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía en el año 2012 por supuestas irregularidades en la gestión económica de la Fundación Camilo José Cela, la vecina de Iria Lola Ramos, que fue el punto de partida de dicha denuncia, calló muchas bocas críticas con su actuación.

La fotógrafa y escritora no ha parado de recibir «numerosas felicitaciones» en los últimos días, y hasta «abrazos y besos», de vecinos de Padrón, de los que fueron sus compañeros de trabajo en Madrid y Santiago e incluso de alguna persona que en su día «me aconsejó retirar la denuncia para no manchar el nombre de Cela», según explica. Entre los que la «desanimaron», Ramos reconoce que está su familia para que no «malgastara mi dinero».

Y es que denunciar las supuestas irregularidades en la fundación padronesa, camino que empezó a andar en el 2004, le ha costado tiempo, salud y dinero a esta vecina de Iria, que confiesa abiertamente que tuvo que vender dos coches, uno deportivo y otro que tenía solo cuatro meses, para poder pagar a abogados. «Y en la actualidad aún estoy pagando cuentas pendientes, por lo que nadie tiene más ganas que yo de que este asunto acabe», señala.

Junto con las felicitaciones, Lola Ramos también ha recibido llamadas de medios de comunicación de toda España, a los que no ha dudado en atender. Aun así, quiere dejar claro que «nunca he querido aprovechar este tema para ir de plató en plató sacando dinero, pese a que me han llamado en múltiples ocasiones». Tampoco está dispuesta a hacer pública la documentación de la que dispone y que facilitó a la Fiscalía.

Pero todo ello, felicitaciones y llamadas llegan ahora, tras hacerse públicas las imputaciones, no antes. Lola Ramos vuelve a señalar que «en estos diez años nadie creyó en mí, ni mi familia, no tuve apoyo de ningún tipo, al contrario». Ni siquiera del hijo de Cela que, en el 2004, se puso en contacto con Ramos para pedirle una documentación y ella aprovechó para decirle que incluyera en su demanda por la herencia la información de las sociedades interpuestas, pero este no lo hizo.

Lola Ramos no esconde que está «muy molesta» con Cela Conde, del que dice que «no tenía la obligación de presentar la denuncia pero sí de decirme que no lo iba a hacer porque entonces yo no hubiera esperado ocho años a formularla». Ese fue el tiempo que Cela Conde «me estuvo mareando, yendo tres veces a Madrid a cuenta mía para nada».