Sí, hay fiesta

SANTIAGO

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Festeiros del mundo, uníos. Y recalad en Santiago, que hoy lanza el chupinazo de la Ascensión. No es que la época se preste para lanzar cohetes, pero la vida debe tener estos incisos de murga, jolgorio, dianas, comparsas, cabezudos, ferias y espectáculos de caché. Faltan los toros, pero traerlos desde Guisande es un engorro. Sí hay cultura, esparcida por el paseo central de la Alameda. Libros y atracciones hermanados en el principal parque de la ciudad, ese que lleva años intentando ser destronado como sede festiva, pero que nunca ha abdicado. Lo siento por los robles, pero una Ascensión alejada de Santa Susana pierde fuelle. La tradición hunde sus raíces más abajo que las de los árboles plantados en el coto. Y las controversias sobre el escenario de las fiestas terminarán encepando también como cualquier otro uso o costumbre de la Ascensión. Pero en fin, hoy es la bulliciosa etapa prólogo, entre ledicias y chicharrones, y mañana el programa alcanzará el pico fiestero ataviado con bellas estampas equinas y una escenografía pulpera en los calderos del recinto ferial, Santa Susana y establecimientos de la ciudad. Ambientazo. Y si uno duda del sufijo «azo» puede verificarlo científicamente enchufándose en el disfrute de la ciudad y consumiendo vatios de diversión y regocijo hasta la madrugada del día 8, que ya habrá tiempo de enderezar la osamenta. Son cuatro las etapas festivas a cubrir con un amplio espectro de actuaciones, iniciativas y escenarios. Lo único que hay que esperar es que Santa Clara sea amiga íntima de la Ascensión para que no se agüe el festejo. Por el momento se está portando. Sin imitar del todo a Tierno Galván, ¡compostelanos y foráneos, a jaranear!