Lavacolla seguirá expuesto a nuevos desvíos de vuelos hasta el 3 de julio

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

sandra alonso

Aena rebaja cuatro días del plazo inicial de la obra del ILS por su impacto en el tráfico

22 jun 2016 . Actualizado a las 00:42 h.

La meteorología no es una ciencia exacta. Lo saben bien en Aena. Por eso, cuando se decantaron por el mes de junio para desconectar el dispositivo más avanzado de los que dispone Lavacolla para operar en condiciones de niebla, en el gestor aeroportuario eran plenamente conscientes del riesgo que conllevaba semejante decisión. Aunque probablemente ignoraban que los contratiempos provocados a los viajeros por dejar inoperativo el sistema ILS III fueran tan numerosos. En cuatro matinales en las que las brumas precedieron a los cielos despejados, un total de 19 vuelos que debían tomar tierra en Santiago fueron desviados a otros aeródromos. El parte de incidencias alcanzó ayer ese registro tras sumar cinco nuevos desvíos, que afectaron al pasaje de las aeronaves procedentes de Madrid (Iberia Express), Bilbao (Air Nostrum), Valencia, Barcelona y Sevilla (los tres últimos, operados por Ryanair). Ante esta situación, Aena ha empezado a recortar los plazos de las obras en el dispositivo. Su remate, previsto inicialmente para el 7 de julio, se anticipará al día 3.

Esta agilización de los trabajos es la constatación de que los contratiempos han encendido las alarmas en el gestor aeroportuario. El objetivo es reducir al máximo los plazos. Sin embargo, las fuentes consultadas en Aena admiten que será complicado arañar más días al nuevo calendario de ejecución de las obras. Esto implica que el riesgo de nuevos desvíos relacionados con la desconexión del ILS III seguirá existiendo durante los próximos 12 días, siempre, claro está, que se den las condiciones de niebla que, en ausencia de ese dispositivo, impiden a las aeronaves tomar tierra en Lavacolla. En Aena subrayan que el sistema volverá a estar operativo desde el mismo momento en que acaben las reformas que se están ejecutando para cumplir con el proceso de certificación que exige la UE, en cuanto a la retirada de la pista de cualquier elemento frangible, que pueda quebrar o partirse si se produce una colisión. Este aspecto es el que obliga a reemplazar antenas que forman parte del ILS III por otras flexibles, una modificación que no puede realizarse con el dispositivo en servicio.

El gestor optó por acometer estos trabajos en junio después de estudiar los datos meteorológicos de los últimos 25 años. Pero la sucesión de mañanas brumosas ha contrariado los cálculos de los técnicos y se ha convertido en un quebradero de cabeza para Aena y en un grave contratiempo para los centenares de viajeros afectados por los desvíos.