«Con Félix, Sara y Manolo llegué a estar desesperado, pero acabé siendo comprensivo»

La Voz

SANTIAGO

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estuve desesperado, cabreado... hasta que pensé las cosas y asumí que tenía que ser comprensivo». Siendo un comerciante de O Toural no es difícil adivinar que habla sobre una situación que le ha acompañado a diario durante casi tres años. «Acabé aceptando a Félix, Sara y Manolo -los indigentes de O Toural que provocaron tantas polémicas- y nos respetamos». Habla con pena (Félix y Sara han fallecido) porque «al final» con Manolo han hecho lo que él pedía para todos, que era incapacitarlo y darle atención pública en algún sitio. No los culpa. Llegaron a tener una buena relación, «y aunque en ocasiones ya no controlaban, al día siguiente me pedían disculpas». Antes de morir, Félix, que tenía una pensión y no pedía dinero, le confesó que ya no quería otra vida. «Jamás me faltó. Sara, en cambio, era más folclórica», recuerda con media sonrisa.

?El local cambió poco, solo cuando le echaron una placa para soportar los bailes del desaparecido Círculo Mercantil. El suelo de madera es el primitivo, y la mayoría de las estanterías sobre las que se apila el género, también. Tuvo la tentación de darle una vuelta al bajo tirando un muro y haciéndolo más diáfano, pero se sentó y esperó a que le pasaran las ansias. El Concello acabó con su paciencia, porque no le dejaban hacer casi nada de lo que pretendía, «que era bien poco». Es discreto y prefiere hablar de política con la boca pequeña, pero no se descubre nada si se le suma al grupo de españoles con cierto hartazgo con la política y con una supuesta recuperación de la economía que no termina de ver. Pero hay otras cosas más importantes que también le inquietan: «No entiendo como en Santiago no hay un buen sitio para comer pulpo».