Todo es negociable, sostiene Luis Landero. Si algo no lo es, sostienen Rajoy, Sánchez y Rivera, se aplica el artículo 155. Este artículo es algo así como el Ibuprofeno, tanto sirve para suspender la autonomía de Cataluña como para atacar una defensa trampa. Os preguntaréis: ¿Qué es una defensa trampa? Yo que sé. Analicemos la frase y hagamos la Haka (animal que no es toro ni cebú y que cuando muge hace muuuu).
Todas las defensas tienen trampa, o no serían defensas. Las alternativas, o las que modifican las reacciones frente a los movimientos ofensivos (ahora flash, ahora push, ahora cambio...) tratan que el ataque se preocupe más de leer que de atacar. Suponed que habéis consumido un veneno mortal y, a 24 segundos de que su efecto sea mortal, el repartidor de Amazon os trae el antídoto. ¿Cuánto tiempo perderíais en leer el prospecto?
El Obra tardó tres o cuatro ataques en comenzar a generar ventajas a partir de Mat Thomas, con el que no podían Alex López ni Barrera. Burgos tardó un ataque en caer en la trampa de Pustovyi. Mientras dudaban si era molino o gigante, el Obra corría desde la defensa y dejaba el partido sentenciado en el primer cuarto, a pesar de que, en la salida del tercer cuarto, nos empeñamos en leer el prospecto en todos los idiomas.