El Monte do Gozo muda de piel para el festival

Patricia Calveiro Iglesias
p. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El paisaje se ha transformado tras el acondicionamiento del recinto para la celebración de O Son do Camiño, la cita musical que resucitará un terreno en barbecho desde el año 2014

23 jun 2018 . Actualizado a las 23:17 h.

Ya huele a festival en el Monte do Gozo. A cinco días para que comiencen a sonar los primeros acordes, el paisaje ha mudado de piel para la celebración de la primera edición de O Son do Camiño, la cita que resucitará el recinto musical que permanecía en barbecho desde que Gloria Gaynor echó el telón de fondo al Brincadeira, hará cuatro años el 9 de agosto.

Las obras llevadas a cabo por la Xunta, titular del parque, para adecuar el espacio de cara a los 36 conciertos a los que dará cabida arrancaron hace tres meses y ya han sido completadas. El cambio salta a la vista: desde la reforma del auditorio, que pasó de parecer un patatal a mostrar unos escalones lustrosos; hasta la instalación de metros y metros de un vallado perimetral que impide el acceso a las zonas acotadas. La actuación incluía también otras reformas menos perceptibles para el público pero necesarias, como la reparación de elementos deteriorados en los aseos y camerinos.

Y, a esta actuación, se suma la de los propios operarios del festival, que a estas alturas tienen gran parte de las infraestructuras ya dispuestas. Trabajan con el clima a su favor para tener listos los últimos detalles antes del jueves de la próxima semana, cuando tendrá lugar la inauguración de O Son do Camiño.

Montaje ya avanzado

Desde el exterior, se puede ver ya el tamaño que tendrá el Escenario Galicia, por el que pasarán -haciendo honor a su nombre- más de media docena de grupos autonómicos y nueve del resto de España, además de tres extranjeros. También se aprecia la zona VIP (bautizada como Ultreia), ubicada al fondo del auditorio, junto a una docena de carpas a su alrededor que ofrecerán bebidas y la moneda oficial del festival (los Tuents). Incluso están instalados ya algunos detalles decorativos, como una enorme guitarra eléctrica en la zona más alta.

A la izquierda del acceso principal, con entrada por la rúa das Estrelas, destaca la única carpa que servirá para el avituallamiento de comida, bajo la que ayer se resguardaban decenas y decenas de barriles de cerveza que se repartirán entre las seis barras dispuestas en el recinto.

El trasiego de camiones, grúas, carretillas elevadoras o de carga y operarios ha sido intenso en la última semana para el avanzar en el acondicionamiento tanto interior como exterior. Cientos de vallas metálicas de casi dos metros de altura han sido dispuestas para blindar todo el perímetro, superponiendo sus extremos con el objetivo de evitar la entrada de personal no acreditado al macrofestival. Estructuras que, en estos días, tienen que sortear los peregrinos que caminan hacia la meca jacobea, a través de un sendero un tanto laberíntico.

Y, a lo largo de los próximos días, el trabajo se intensificará a fin de tenerlo todo a punto para el desembarco de los miles de festivaleros que ya han adquirido sus entradas y abonos de O Son do Camiño.

36 conciertos

Doce por día

Entre los cabeza de cartel se encuentran The Killers, Jamiroquai y Lenny Kravitz.

13 países

16 bandas extranjeras

El festival contará con grupos de 13 países y España estará representado por una veintena.

32 horas de música

De las 16.00 a las 3.30 horas

Habrá un tiempo de margen para ir de un escenario a otro antes de grandes actuaciones.