El mundo real

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña DE BUENA TINTA

SANTIAGO

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En estos tiempos en los que para desplazarnos ya se valora más el tiempo que la distancia, no puede uno evitar una tierna sonrisa al ver a un joven gallego participar en un concurso en la tele con la intención de sacar algo de dinero para visitar a su novia. Se imagina uno que, en estos tiempos en los que importa el tiempo porque el tiempo es inmediato en Internet, lo más probable es que el joven gallego se haya echado una novia en las redes sociales que posiblemente viva en México o en Canadá. Pero no, resulta que el joven concursante, vecino de A Coruña, necesita el dinero para ir a ver a su novia que vive... ¡en Santiago! Es decir, a 55 kilómetros. Y la anécdota da que pensar. Resulta que es bastante probable que en estos tiempos virtuales en los que vivimos, a los jóvenes de hoy en día les resulte tan complicado dejar el sofá de casa y la consola para coger un avión con destino a Londres como un autobús con destino a Santiago, que el mundo real está ahí fuera y da mucho miedo. «Para alguien que ingresa cero euros como yo...», se excusaba el muchacho cuando el público empezaba a mofarse de su amor a distancia. Y es inevitable remontarse a treinta años atrás, cuando las distancias importaban más que el tiempo para los mayores y menos para los jóvenes, que quemaban kilómetros con la mochila al hombro y el pulgar estirado haciendo autostop. Claro, que entonces se ligaba en las playas y en las discotecas y lo de ennoviarse requería su tiempo y su cortejo. Algo que ahora posiblemente no se plantee una generación que se puede sacar cinco novias virtuales en el tiempo que le lleva ir en autobús de A Coruña a Santiago.