Intolerable

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

20 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago no se libra del problema de los ruidos nocturnos, del insomnio insoportable que padecen muchos vecinos por el gamberrismo en la calle. Un año sí y otro también, con mayor o menor intensidad. Normalmente, los picos suelen coincidir con la laxitud del Concello en el control de estas actitudes incívicas. Ejemplos tenemos en las últimas dos o tres décadas que lo demuestran. Cuando los responsables municipales -recuérdese que tienen la obligación de velar por la convivencia en la calle- dejan a un lado esa permisividad producto de una mal entendida rienda suelta a espacios de libertad en los que con frecuencia se superan los límites de lo tolerable, las aguas suelen discurrir por su cauce, más o menos revueltas porque siempre hay quien no distingue el punto a partir del cual su libertad atropella la de los demás. Y no digo que haya que llegar al extremo de infiltrar concejales en el botellón para captar la dimensión del problema y quizá desenmascarar a los revoltosos, como hizo el efímero y pugnaz gobierno de Conde Roa en tiempos del botellón masivo en el campus -por cierto, ahí empezó el declive del monumental bebedero-. Pero mirar para otro lado, no actuar, es inadmisible. Lo que está sucediendo en la calle Alfredo Brañas es sencillamente intolerable a ojos de toda persona de bien. Basta dedicarle un minuto de atención a los vídeos publicados por la web de La Voz para darse cuenta de que ahí hay una gravísima alteración de la convivencia ciudadana, ante la que nadie puede quedarse impasible. Ni los dueños de los locales de copas pese a que los revoltosos se hayan quedado a la puerta; ni, por encima de todos, los que mandan en Raxoi.