Policía Local, O Toural y Xacobeo, las urgencias para Bugallo en seguridad

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Tendrá que solucionar el conflicto laboral en el cuerpo y lograr unos 40 agentes más

21 ene 2020 . Actualizado a las 19:39 h.

El regreso de Xosé Sánchez Bugallo (PSOE) a la alcaldía de Santiago no va a ser un camino de rosas. El Concello que se encontrará no se parece en nada al que dejó en el 2011, cuando perdió unas elecciones municipales que ganó con mayoría absoluta el PP de Gerardo Conde Roa. En estos ocho años, y tras el último mandato de Martiño Noriega (Compostela Aberta), muchas cosas han cambiado y hay servicios con graves carencias. Un claro ejemplo es todo lo referente a la seguridad ciudadana, en la que el futuro alcalde socialista tendrá que lidiar con muchas urgencias. El encargado de ejecutar sus órdenes será el que todo apunta a designará como concejal delegado del área de Seguridad y Tráfico, Gonzalo Muíños.

policía local

Conflicto laboral y una plantilla bajo mínimos. La situación en el cuerpo de seguridad municipal es dramática. Para empezar, Bugallo tendrá que poner fin a un conflicto laboral que dura ya meses y por el que los policías se niegan a hacer horas extra. Esto está provocando que haya noches con una sola patrulla y que no se pueda ejercer adecuadamente el control de horarios de los bares, entre otras carencias. El nuevo gobierno tendrá que sentarse con la plantilla para firmar la paz, pero también llamar a las puertas del Gobierno central para que autorice la contratación excepcional de unos cuarenta agentes con la justificación de que los 120 ahora disponibles son insuficientes para asumir el Xacobeo en condiciones. En su anterior etapa como regidor, el cuerpo llegó a contar con 175 efectivos, una cifra que es la considerada como necesaria.

o toural

Poner coto a los alborotadores de la plaza. Otro de los asuntos que más desgastó al gobierno local de Compostela Aberta fue el de los problemas de convivencia y seguridad causados por los alborotadores que se reúnen casi a diario en la plaza de O Toural y que tienen hartos a vecinos y comerciantes porque les roban y amedrentan, se pelean frecuentemente -alguno ya ha acabado en el hospital-, consumen alcohol y drogas en la vía pública y ofrecen una pésima imagen a los muchos turistas que pasan por esta zona del casco histórico. Desde la Policía Local siempre se tuvo claro cómo actuar para solucionar el conflicto, pero el ejecutivo que preside Martiño Noriega no lo hizo, para desesperación de los perjudicados. Contar con una presencia diario y constante resolvería el problema.

alfredo brañas

Botellón en pleno Ensanche y vecinos sin dormir. Los falta de efectivos en la Policía Local la han sufrido en carne propia los vecinos de Alfredo Brañas, que han visto como las noches de movida nocturna cientos de jóvenes toman la calle en la zona más próxima a una conocida discoteca, la Facultad -la antigua Liberty- a la que el gobierno local de Compostela Aberta amplió el aforo de 400 a 711 personas. El botellón provoca ruidos insoportables que generan quejas constantes de los cientos de afectados que no pueden dormir.

policía nacional

Más agentes y comisaría de mayor categoría. Al igual que la de la Policía Local, la plantilla de la que dispone la Policía Nacional en Santiago es actualmente inferior a la necesaria. Faltan unos sesenta agentes. Además, la categoría de la comisaría es solo local, lo que hace que no disponga de medios acordes a la complejidad de una ciudad que es un centro religioso y turístico internacional y que es también la capital de Galicia. Por ello, muchas veces tienen que desplazarse unidades desde A Coruña o Vigo. Es el caso de las caninas, los especialistas en explosivos o los antidisturbios.

bomberos

Una plantilla mermada y con alta media de edad. Bugallo también tendrá que afrontar cuando llegue a la alcaldía el asunto del parque municipal de Bomberos. Faltan unos treinta efectivos para poder afrontar el trabajo diario. La escasez de plantilla ha obligado durante el mandato de Compostela Aberta a aumentar mucho los pagos por horas extra. También está en el horizonte la posible comarcalización del servicio.

el xacobeo

Un reto mayúsculo dentro de solo dos años. El próximo año santo tendrá lugar en el 2021 y el candidato socialista ha critica que el gobierno saliente no ha preparado nada para un evento que traerá a Santiago a miles de peregrinos y visitantes. En lo que a la seguridad ciudadana se refiere, es necesario que para esa fecha se hayan podido completar las plantillas de la Policía Local y de la Policía Nacional, así como la de los Bomberos. También hará falta preparar un centro de mando desde el que se coordine todo el operativo para que todas las fuerzas y cuerpos del Estado actúen conjuntamente en la prevención de posibles amenazas terroristas o en cuestiones de orden público.

la catedral

Poner coto a los ataques contra el patrimonio. Otro de los asuntos que han estado sobre la mesa en materia de seguridad durante el gobierno de Martiño Noriega ha sido el de cómo evitar los ataques al patrimonio histórico-artístico compostelano. En el último han año se han producido dos casos de pintadas en la Catedral y algunos más en otros edificios protegidos del casco histórico que han hecho que tanto la Iglesia como la Xunta hayan reclamado la instalación de un sistema de videovigilancia. El Concello se negó, porque entre los colectivos que están en su esfera se encuentra el que lleva años reclamando la eliminación de todas las cámaras de seguridad de la ciudad porque consideran que atentan contra los derechos civiles. Finalmente, y ante la presión social, aceptaron que los dispositivos ya instalados, que solo estaban ofreciendo imágenes en tiempo real, comenzasen a grabar para poder utilizar las grabaciones para identificar a los autores de agresiones. Desde entonces no ha vuelto a producirse un nuevo caso, pero el nuevo ejecutivo tendrá que decidir si amplía el número de puntos vídeo vigilados o deja las cosas como están en la actualidad.

los okupas

Un problema que reaparece cada cierto tiempo. Más allá de los problemas de viviendas okupadas, en Santiago generó un gran conflicto durante el mandato de Noriega la okupación por parte de un colectivo independentista y uso como centro social y bar ilegal del edificio de la Algalia que en su día fue sede de Cantigas e Agarimos. Compostela Aberta se posicionó en contra de la actuación policial que los desalojó del inmueble por orden judicial y tardó en condenar los graves incidentes posteriores.