La obra de Castrón Douro se reforzará con más personal la próxima semana

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El tramo hasta la calle de Sar, ya con proyecto, carece de financiación por el momento

11 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Por el aspecto de la obra ahora mismo no lo parece, pero si no surgen problemas de entidad y el invierno no se convierte en un azote, las calles Castrón Douro y Patio de Madres deberían estar totalmente reformadas en la primavera. Y muy al principio: hacia marzo, sino incluso ya en febrero. Ese es el horizonte al menos en que se mueve el concejal Javier Fernández después de haber abordado la marcha de la obra con la empresa y de contrastar el avance de este verano tras el retraso que la intervención llevaba acumulada cuando se produjo el cambio de gobierno. Aunque con seis meses de demora ahora mismo, el horizonte temporal en que el Concello sitúa la conclusión de los trabajos permitiría cerrar la operación prácticamente en plazo. «Esa é, cando menos, a nosa intención».

Con 18 meses de ejecución, la remodelación de la calle comenzó en la segunda quincena de agosto del 2018, con lo que ahora mismo está en el mes trece. Le quedan cinco, lo que sitúa el final oficial en febrero. Muy cerca de las expectativas de Fernández, siempre que no sobrevenga ningún imprevisto o inclemencias que alteren ese calendario. Eso implica que en los próximos meses habrá que acelerar para recuperar tiempo. «Dende que a collemos nós imos nos prazos marcados», dice, aunque eso no obvia que a estas alturas (desde abril) ya se debería estar trabajando en Patio de Madres.

El aspecto de trinchera que todavía tiene parte de Castrón Douro dificulta visualizar ese calendario, pero la empresa incorporará una nueva brigada a partir de la próxima semana. Hasta ahora, aunque quisiese disponer más personal no sería operativo, porque la fase de instalación de la piedra requiere «traballar liñalmente», refiere Fernández, quien identifica la zona en la que se está trabajando ahora como la más laboriosa de todo el proyecto.

El refuerzo del personal permitirá avanzar ahora a otro ritmo, hasta el punto de poder prever el final de la obra en el entorno del plazo inicial, recuperando buena parte del retraso cuando se llegue a Patio de Madres, aunque primero deberá abrirse Castrón Douro al tráfico. Para ello es imprescindible hormigonar la nueva calzada del vial, reducida con unas obras que ha priorizado los espacios peatonales. El actual calendario sitúa esa fase en octubre, pero esa operación requiere entre 15 y 20 días de fraguado del firme para poder circular por él, lo que acerca ese momento a noviembre. Poner el vial en marcha desde Pitelos urge para poder arrancar con Patio de Madres, al tiempo que prosigue la urbanización en el resto del trazado.

Pero lo que carece de plazos ahora mismo es el tramo que quedará entre el cruce de Castrón Douro y Curros Enríquez hasta la rúa de Sar. Es un trazado de chapacuña, con losas de granito separando los dos sentidos de circulación y plagado de remiendos de asfalto. Remiendos amplios y frescos, porque el Concello ha tenido que resolver con los «medios disponibles», dice Fernández, para poner un parche que permita dormir a los vecinos. Si su estado ya es más que llamativo ahora, habrá que verlo en unos meses, encajado en un trazado reurbanizado salvo en ese punto. El tramo dispone de proyecto. CA lo dejó redactado, pero no tiene cobertura presupuestaria. Y que la tenga dependerá de las negociaciones de los presupuestos. Para el gobierno es una prioridad. «Son moitas as que hai en obras», aclara el edil.