Raxoi prevé ingresar 2,4 millones por multas de tráfico, un 17% más

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Aunque el 2019 no cubrió expectativas, las del 2020 cuentan con dos nuevos radares

22 feb 2020 . Actualizado a las 13:28 h.

El Ayuntamiento prevé aumentar en 350.000 euros los ingresos por multas de tráfico sobre los que dejó el 2019. El presupuesto que el gobierno llevará a pleno a principios de marzo ha fijado las expectativas recaudatorias vinculadas a la movilidad rodada en 2,4 millones de euros, pese a que la previsión del año anterior pinchó nada menos que en un 18 %. Los 2.500.000 euros que pronosticaba el presupuesto se quedaron finalmente en 2.050.000.

Parece que los compostelanos se aplicaron más entonces para ajustarse a la normativa, porque esa previsión no parecía azarosa. Se sustentaba en los datos del 2018, cuando los ingresos por ese motivo rozaron los 2,6 millones, sobrepasando en 343.000 euros las expectativas iniciales. Estas se habían fijado en 2,25 millones, al igual que el ejercicio anterior, el del 2017, en el que el Concello hizo caja también por encima de lo pronosticado para cerrar el año con casi 2,4 millones.

En virtud del resultado del 2019 (2.050.000 euros de ingresos), la Administración debería ajustar más a la baja sus expectativas para el 2020. Pero no lo hace, y si bien la previsión presupuestaria cae en 100.000 euros sobre la del 2019, en realidad crece un 17 % sobre los ingresos finales. Sin duda, la instalación de dos nuevos radares fijos pesa en la predicción alcista. El primero, el de O Restollal, está operativo a efectos punibles desde hace apenas dos semanas. El segundo, en el túnel de Conxo, está en espera.

El funcionamiento de ambos radares desde el primer trimestre del año permitiría pensar que esa previsión podría ser comedida. No hay más que ver la recaudación de los últimos años. Si bien el pronóstico del 2019 falló, en los tres anteriores se recaudó por encima de lo estimado, sobre todo en el 2016, en que de partida se presupuestaron dos millones de euros y se superaron los 2,7 millones.

Sin embargo, desde el área de Tráfico mantienen que es una predicción «realista». No solo se introducen nuevos elementos de control automático de la velocidad, sino que hay otros aspectos a tener en cuenta en la cuenta final, como la bajada de sanciones el pasado en los puntos vigilados con cámaras o con radar. Las sanciones en el túnel del Hórreo cayeron un 32,7 %, aunque aun así el tramo en pasadizo alcanzó las 4.676; y las de los fotorrojos mermaron un 12,65 %. Esa es una tendencia que el concejal de Tráfico, Gonzalo Muíño, espera que se mantenga, aunque no deja de apuntar que también habrá un semáforo menos con cámara.

El de la avenida de Lugo, el más antiguo, se ha retirado esta misma semana del cruce de Concheiros ante los preparativos de la Xunta para asumir la reforma de ese nudo viario. Ese fotorrojo fue el segundo que más multó en el 2019. Contabilizó 356 sanciones, un 34 % menos. El menos respetado fue el de Amor Ruibal (696 y una bajada del 22 %). En los demás, que sumaron 525 multas en ese mismo ejercicio, los conductores se relajaron más.

El control de la velocidad en Conxo está pendiente de la instalación de la señalización

La entrada a la ciudad por O Restollal está controlada por radar fijo desde hace doce días. Y en breve comenzará a funcionar en Conxo. Concretamente en el falso túnel que canaliza el tráfico pasante de entrada y salida de la ciudad por debajo de la glorieta. La instalación para el control está ya resuelta y solo falta la colocación de la señalización que ha de anunciar su presencia. Pero el Concello no puede actuar por iniciativa propia en este caso. Al contrario que el vial del Restollal, el trazado del periférico es competencia del Ministerio de Transportes (antes Fomento). Y Raxoi está pendiente de que este le autorice el lugar exacto para la instalación de las señales de advertencia del control de la velocidad con radar fijo. Hasta entonces no podrá funcionar, aunque la mecánica será la misma que en O Restollal: el Concello anunciará el inicio de su actividad y dará unos días a los usuarios para que se habitúen a su presencia. A partir de ahí, y previo aviso también, se comenzará a sancionar.