Los concellos guardan 59 millones de remanente por el límite de gasto

EMMA ARAÚJO SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MERCE ARES

Gobiernos y oposiciones creen que el dinero debe paliar los efectos de la pandemia

20 abr 2020 . Actualizado a las 23:12 h.

La crisis económica de la última década introdujo como fórmula de control del déficit público la obligada contención del gasto a las administraciones locales, las únicas que de forma generalizada convirtieron sus números rojos en un holgado remanente de tesorería que si bien redujo de forma drástica su capacidad de autogestión, ahora tienen una saneada economía. En el caso los 25 municipios del área metropolitana de Compostela, el remanente de tesorería roza los 59 millones de euros correspondientes al cierre del 2018. Este importe es la última cifra oficial registrada por el Consello de Contas, ya que el impacto del coronavirus y las medidas de confinamiento pilló a buena parte de las administraciones locales con sus servicios de Intervención trabajando en el cierre contable del 2019.

Estos fondos, que fueron creciendo en los últimos ocho años, se presentan ahora como una buena alternativa para afrontar nuevos gastos y líneas de ayudas que los ayuntamientos podrían arbitrar para paliar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia.

Como primera medida, los ayuntamientos necesitan el visto bueno del Ministerio de Hacienda, aunque la titular de este departamento, María Jesús Montero, ya planteó que el Estado pueda recurrir de forma extraordinaria a este remanente, que en el conjunto del Estado ronda los 5.000 millones de euros, dejando a los concellos la posibilidad de gasto del 20 % del importe total, lo que en el caso del área compostelana reduciría la disponibilidad económica a solamente 11,8 millones de euros.

Mientras esta incógnita no se despeja, varios gobiernos locales estudian modificaciones de sus presupuestos y también están echando cuentas sobre cómo podrían utilizar este remanente.

Al paquete de medidas con un coste estimado de cinco millones de euros avanzado por Raxoi esta misma semana, otros concellos como el de Teo están analizando los cambios que el estado de confinamiento está generando en las cuentas locales, con partidas de gasto que no se van a cubrir porque las actividades programadas están en suspenso. Con la idea de que los ayuntamientos deberán destinar más fondos a partidas sociales, el regidor teense, Rafael Sisto, apuesta por esperar hasta tener claro la mejor forma de ayudar a la reactivación económica. Hasta ahora, la idea era aprovechar el remanente para liquidar la deuda financiera con entidades privadas.

Autónomos y ayuda social

En otros casos, como en Frades, la partida económica de fiestas ya sirvió para la compra de las mascarillas y los fondos de emergencia sirvieron para comprar ordenadores para escolares con recursos limitados puedan estudiar en sus domicilios. Roberto Rey no descarta usar este remanente para nuevas necesidades sanitarias y sociales.

Tras Santiago, Ames es el concello con más remanente de tesorería, al superar los ocho millones de euros. Y afronta lo que queda de año con un presupuesto recién aprobado que previsiblemente necesitará modificaciones para ajustarse a la nueva realidad. Si Hacienda permite tirar de remanente para habilitar líneas de ayudas, José Miñones avanza que destinarán parte de estos fondos a planes de apoyo para autónomos y el sector cultural. Y si no se autoriza, recurrirán a su presupuesto.

Para finales de mes, Ames prevé tener la liquidación del ejercicio del 2019 y a partir de ahí reforzar las partidas de emergencia social, aumentando los fondos para la Renta Municipal Básica, para alquileres sociales, llegado el caso, y también para la compra de alimentos porque se da por hecho que crecerá la demanda.

En Ordes también están ultimando la liquidación del 2019 y a la espera de las directrices para el uso del remanente, el refuerzo de los servicios sociales y un plan para autónomos están en la lista, reconoce Martínez Sanjurjo.

 

Bendita cercanía

Si algo demuestra esta pandemia es que si alguna administración huye de la polémica en estos momentos de incertidumbre y ruido es la municipal. Los concellos están desde hace años bajo la lupa contable hasta acumular millones de remanente. No es un maná, es el fruto de años apretándose el cinturón más allá de lo razonable, por lo que bien estaría que la autonomía municipal vuelva para gestionarlos.