Francisco Lado: «Atención primaria y medicina interna precisan más personal para el covid»

Francisco Lado inició el 5 de julio su tercer mandato como presidente de la Academia Médico-Quirúrgica de Santiago. Comenzó en el 2012, y se demoró dos años el último proceso electoral, al que solo concurrió su candidatura, por las restricciones de la pandemia del covid-19. Entre sus prioridades ahora se propone «conseguir más médicos jóvenes que entren en la Academia y la dinamicen y garanticen su futuro. Es interesante que continúa y que no se pierda su tradición, iniciada en 1959». La entidad tiene 349 socios.

—¿Cómo ha cambiado la sanidad en los diez últimos años?

— Ha cambiado mucho. Antes éramos casi como una familia, nos conocíamos todos, y más o menos participábamos de forma conjunta en la asistencia de pacientes y en la docencia.

—¿Y cómo es ahora?

—La tendencia es a fortalecer las especialidades con las vías clínicas rápidas, que funcionan bien. Y lo digo por experiencia personal, de algún familiar que necesitó un diagnóstico rápido y unos tratamientos bien consensuados entre distintos especialistas y se ha llevado a cabo de una manera excelente. En las áreas quirúrgicas se han creado grupos de trabajo y funcionan bien. Se avanzó hacia la excelencia. Respecto a los hábitos de trabajo, ahora parece que estamos en compartimentos estancos, hay poco diálogo entre especialidades, fuera de interacciones en las vías clínicas.

—Pero hay muchas protestas médicas, ¿cómo las explica?

—Los problemas en la profesión comenzaron como consecuencia de la crisis económica de años atrás, que supuso la jubilación precipitada y la no reposición de plazas médicas. Después hubo una tregua, hasta la irrupción del covid. Había esperanza de ganar terreno perdido y mejorar, pero la elevada demanda asistencial que proviene del covid lo evitó.

—¿Cómo lo evitó?

—Hay sobre todo protestas en atención primaria y medicina interna, que precisan más personal para el covid, por ser las especialidades que atienden la pandemia más en primera línea y les supone una mayor carga de trabajo.

—¿Más de la que se podía esperar de una pandemia?

—Sí, hay mucho más trabajo, y también para hacer seguimiento de las secuelas del covid. Por eso hacen falta más manos para trabajar, porque nos encontramos con que la actividad asistencial en verano es similar a los períodos de mayor demanda, como el de la gripe en invierno.

—Usted es internista en el CHUS, ¿cómo les influye en su especialidad?

—Hay peticiones de vacaciones que están pendientes de disfrutar, por esa falta de personal. Vemos además como con frecuencia caen de baja compañeros contagiados por el coronavirus. Y nos encontramos como una carga asistencial enorme: en estas épocas, hace años un internista llevaba 7 o 10 pacientes; ahora son habituales 13 o 14; o más cuando hay colegas que libran.

—¿Cómo se soluciona un problema así?

—La prioridad para mejorar es contratar a más personal, hace mucha falta, y que no se olvide que además de la asistencia atendemos actividad docente, de nuevos especialistas mir y estudiantes de Medicina; y poder mejorar la relación con el paciente, como cuando yo empecé.

—¿Se conseguirá con la ampliación prevista del Clínico?

—Todo lo que venga, a mi me parece bien; pero no debemos olvidar lo más esencial, que es el día a día y la asistencia continuada. Y en medicina interna en estos momentos precisamos más presencia dentro del hospital a todos los niveles.

«Organizamos actividades para la mejor formación de mir»

Francisco Lado es también profesor asociado de la Facultad de Medicina de la USC. «Recuerdo una frase del profesor José Manuel Martínez Vázquez, que decía a finales de los años 90 del siglo pasado que medicina interna era la madre de todas las especialidades, creo que medicina interna debe recuperar esa esencia», sostiene.

—¿Qué objetivos se propone la nueva directiva de la Academia Médico-Quirúrgica?

—Son similares a los que desarrollamos los últimos años: mantener las actividades científicas, con conferencias abiertas en los actos de apertura y clausura de los cursos académicos; mantener la convocatoria del premio de investigación, dotado con 3.000 euros; y la entrega de las medallas de honor. También vamos a mejorar la página web.

—Decía que buscan jóvenes, ¿tienen actividades que les interesen?

—Sí, orientadas a su mejor formación. Realizamos un promedio de 3 o 4 talleres cada curso sobre temas relacionadas con la actividad clínica habitual, dirigidos especialmente para la mejor formación de mir.

—¿Qué temas de carácter científico consideran más prioritarios?

—Los que son de más actualidad e interés para el colectivo médico. En una de las últimas sesiones abordamos el covid, con Antonio Antela, que es un líder en este tema. También nos interesan temas sociales, aunque no sean exclusivamente médicos, como en la reciente conferencia del paleontólogo Ignacio Martínez Mendizábal. Intentamos buscar un equilibrio. También abordamos otros temas relacionados con la profesión, como las que organizamos sobre formación especializada o sobre las vías clínicas rápidas.

—¿Qué función debe cumplir hoy una entidad como la Academia Médico-Quirúrgica?

—Nuestra Academia surgió hace más de 60 años, en un tiempo marcado por la medicina privada, en que sostenía la interrelación entre profesionales y era una oportunidad de compartir conocimiento, un espíritu que se mantuvo siempre. Pero ahora el escenario es muy distinto. A la información actualizada se accede por otros medios y sin problemas. Creo que para la sociedad es bueno mantener sociedades como esta, que nos pueden enriquecer tanto personalmente como en nuestro trabajo diario.

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