La movida de Santiago suma 200 sanciones en dos meses: «Las peleas se han multiplicado»
SANTIAGO
Botellones, fiestas en pisos y faltas de respeto a los agentes se han convertido en la tónica poscovid
24 oct 2022 . Actualizado a las 14:47 h.Jóvenes, alcohol y fiesta. Mucha fiesta. Si el pasado año la Policía Nacional y Local llegó a cargar contra 2.000 jóvenes que se encontraban a las puertas de la discoteca Ruta, este curso universitario ha arrancado igual de candente que el anterior. Así lo demuestran las 200 sanciones récord que se han registrado en menos de dos meses y que, según fuentes de las fuerzas del orden, demuestran que las noches de fiesta de Santiago de Compostela han cambiado por completo después del coronavirus.
«Encerráronos demasiado tempo e agora saen todos ao tolo, os de primeiro curso son os que máis a lían. Non miden», reconoce un universitario de la capital gallega, cuya valoración casa con la de los agentes, que señalan a los nuevos estudiantes como el colectivo más conflictivo. Entre las 200 sanciones destacan más de medio centenar por realizar botellones o beber en la calle, unas 15 por organizar fiestas en pisos que excedieron los decibelios de ruido; y decenas a personas que fueron cazadas orinando en la calle, otro de los males que solivianta a los vecinos del Ensanche. Aún así, lo que más preocupa, es que las «peleas se han multiplicado. Incluso de gente de más corta edad».
Desde la pandemia, lo que también perciben las fuerzas del orden son las faltas de respeto continuadas de unos jóvenes más beligerantes y contestatarios. Aunque el episodio más grave ocurrió el pasado año el día del desalojo en las puertas de la discoteca Ruta, con chavales que incluso llegaron a arrojar botellas a los agentes de la Policía Local, este curso el fenómeno continúa con insultos, amenazas y provocaciones.
Más personal
Fue por todo ello que el Concello de Santiago decidió reforzar los operativos nocturnos del inicio de la temporada curso universitaria para tratar de controlar una situación que sigue lejos de la normalidad previa a la pandemia. Eso ha motivado también el alza en las sanciones que se han ido registrando y que incluyen a conductores que han dado positivo en las pruebas de alcoholemia, episodios de vandalismo y más de una veintena de chavales que fueron sancionados por gritar en la calle molestando a los vecinos.
Desde el sector del ocio nocturno entienden que las cifras irán cayendo con el paso de las semanas, algo común cuando los universitarios entran en la temporada de exámenes y se quedan con menos margen para salir de fiesta. Mientras, los que pagan son los vecinos más cercanos a los locales de ocio nocturno, y que, tras la paz del confinamiento, regresan a la ‘normalidad'.
«Se nos han juntado tres promociones en una, y a más gente, más problemas»
Las fuerzas del orden tienen claro que el ocio nocturno de Santiago ha cambiado completamente. A ello hay que sumar que «se nos han juntado tres promociones en una, y a más gente, más problemas y desfase. Los chavales quieren vivir lo que no vivieron en los dos años que estuvieron confinados. Eso incentiva el consumo de alcohol, que es el caldo de cultivo de todo lo que está pasando. Hay más jóvenes de fiesta, bastante más de los habituales, y eso se puede ver en todas las fiestas que se celebran».
El que habla es uno de los agentes que conoce a la perfección el ocio nocturno de la capital, y que destaca que «los locales de copas están trabajando bien, sino no estarían abriendo más. Quieren darle oferta a la demanda que existe, algo normal. Nosotros lo que vemos es un incremento de gente, y más follones, porque van de la mano».
Menos botellón
Debido a los controles de aforos que vinieron parejos a la pandemia, el botellón y las fiestas en pisos crecieron considerablemente, pero «ya han ido a menos, creo que los chavales ya han tenido suficiente durante la pandemia».
Lo que parece que sí ha llegado para quedarse son los cambios en la manera de salir: «La noche de jueves para el viernes era otro tipo de ocio nocturno. Viernes y sábado solían ser más tranquilos, para otro público. Lo que vemos ahora es que los lunes y martes abren las discotecas, y que los miércoles son los jueves de antes».
El récord fue de 71 multas en una sola noche de juerga
La madrugada del 22 al 23 de septiembre fue histórica, ya que los agentes de la Policía Local de Santiago se vieron obligados a realizar 71 partes de multas. La mayoría, 26, por beber en la calle, mientras que las sanciones por orinar en la vía pública alcanzaron las 23. También se registraron a personas por vociferar o cantar, así como tres faltar al respeto a los agentes. Las fiestas en pisos llegaron a la decena.