El Fuenla tiene Blues, el Obra Jazz

SANTIAGO

Sandra Alonso

La nueva peña del Obradoiro organizó una charla con los capitanes Álvaro Muñoz y Álex Suárez

18 ene 2023 . Actualizado a las 21:05 h.

De un viaje en autobús a Fuenlabrada nació la última peña del Obradoiro, Obra Jazz, casi sin pretenderlo. En aquel desplazamiento para ver al equipo en el Fernando Martín, uno de los expedicionarios comentó que había quedado con integrantes de la Peña Fuenla Blues antes del encuentro, y que si se quería apuntar alguien. La propuesta encontró eco y acabó aglutinando a un grupo de seguidores que no tardó en organizarse como peña. Lo tuvieron fácil a la hora de ponerle nombre. Ya que el Fuenlabrada tenía Blues, el Obradoiro optaba por el Jazz.

Ya han arropado al equipo en más de una contienda lejos de Sar. Y quieren dinamizar los largos espacios entre semana con alguna que otra actividad como la que ayer pusieron en marcha en el bar El Olivo, en el que coinciden para ver los partidos a domicilio cuando no pueden viajar.

Allí se reunieron más de una veintena de aficionados de distintas edades para charlar con dos de los capitanes, Álvaro Muñoz y Álex Suárez, que probablemente disfrutaron de la experiencia tanto como los aficionados. Empezaron por agradecer la iniciativa y la oportunidad de conocer más de cerca a seguidores que apoyan incondicionalmente desde la grada. A Álex Suárez le recordó a cuando era crío y no dejaba pasar la ocasión de acudir a actos en los que participaban jugadores del Menorca, en la etapa de la ACB.

Y fue él quien rompió el hielo del intercambio de preguntas, lanzando la primera: «¿Con que partido o momento de la temporada os quedáis? Y no vale el de la victoria ante el Barcelona». Cada uno tenía el suyo, pero hubo dos respuestas que son obradoirismo puro: «No sé de que me voy a morir, pero sé que de un infarto no va a ser»; «Me quedo con una buena defensa en la que recuperas el balón».

En sentido contrario, una seguidora quiso interesarse por esas veces en las que el equipo hace algo mal en la pista, Moncho Fernández se gira y son los jugadores de banquillo los que reciben el chaparrón. «Hay entrenadores más vehementes que otros y se dirigen a los que tienen más cerca en lugar de a los que están corriendo», argumentó Álvaro Muñoz. Y apostilló Álex Suárez: «También pueden ser broncas preventivas».

Curiosamente, los dos probaron en el fútbol, en el caso del balear también en el atletismo y el ajedrez, pero no dudaron en escoger las canastas. Uno tenía entre sus ídolos de juventud a Kobe Bryant y Allen Iverson, el otro confesó haber admirado mucho a Jorge Garbajosa.

Fue una charla distendida y continuada, sin esos silencios que a veces se alargan, incómodos, en este tipo de actos. Porque siempre había alguien con alguna curiosidad. Y los jugadores torearon con cintura cuestiones que podrían ser más incómodas, como las relacionadas con el arbitraje, al señalar que tienen una tarea complicada. Álvaro Muñoz, no obstante, reconoció que uno de los que más le gusta es Emilio Pérez Pizarro, por la naturalidad con la que se maneja.

Así fue pasando el rato de conversaciones en una iniciativa que pretende abrir camino alrededor del Obradoiro.