Ánimo que «solo» quedan 98 días. Para las elecciones municipales. Aunque legalmente aún no, ya estamos en campaña electoral. ¿No se han dado cuenta? Ni precampaña ni nada. A tumba abierta. Los inicios de campaña los marcan las encuestas de Sondaxe y no la pegada de carteles ni los mítines, esta vez más que nunca porque, como confirma el reciente sondeo, la partida está muy abierta en Santiago, mucho más de lo que se podía pensar hace apenas unas semanas. El caso Pichel, que hasta saltó anoche al pregón del entroido, va a perseguir a Bugallo hasta el último día, cual pesadilla, por la pésima gestión que de este asunto ha realizado el gobierno local. Todos están lanzando sus eslóganes: Bugallo dice a los compostelanos que están «en boas mans», Borja Verea ofrece «#Máis Santiago», María Rozas «políticas centradas nas persoas» y Goretti Sanmartín «unha capital verde europea». Cada día, un mensaje. Estamos en campaña. Que pase cuanto antes. Y que se dejen de palabras huecas y vayan a lo concreto, a lo que desde el Pazo de Raxoi se puede hacer para mejorar la ciudad en el próximo mandato, a ser posible concentrando en cuatro años lo que se ha perdido en varios lustros, que falta hace. Dejo aquí unos apuntes telegráficos de prioridades que se saben pero que, a la vista de los resultados, no se han asumido con la fuerza requerida, y no necesariamente por este orden: avances para industrializar la ciudad, para dar servicios a los vecinos del rural, para recuperar el pulso social del casco histórico, para favorecer el acceso a la vivienda, para mejorar la gestión interna del Concello... Esperamos compromisos concretos, firmes. Y menos palabrería.