Marcelino Camacho, líder histórico de CC.OO., fue el último bastión sindical de los mineros de Touro y estoy seguro de que el primero de la nueva etapa también lo aportará este sindicato. En su ADN está la defensa del minero.
Touro es un área intensa en minerales y en algo más, en agua, intensas en aquello con lo que rozan. A partir de esta verdad se ha generado un relato medioambientalista cimentado en la manipulación de la opinión pública ¿Sus pilares? a) La mina, sin actividad, afecta a las aguas de los regatos de Touro b) En la desembocadura del Ulla existe una alta presencia de minerales, hijos de Touro. Por tanto, si la mina vuelve a abrirse, habrá una presencia insoportable de metales, y la ría correrá peligro.
Los que han construido este relato saben que a) Las mediciones del Ulla antes de Padrón no muestran la presencia de una mina río arriba b) El que desee profundizar sobre la calidad de las aguas en la boca de la ría ha de centrarse en el ecosistema industrial de Padrón-Pontecesures, y en las descargas del Sar, afectadas por la ciudad de Santiago c) Que el proyecto minero que Cobre San Rafael (CSR) presentará, en su día, a la Xunta, no beberá ni expulsará agua al Ulla. La usará en circuito cerrado d) Que CSR ha creado, por un lado, un canal perimetral de un kilómetro que impide que las aguas de la lluvia entren en el área y por otro, ha canalizado los regatos hacia una planta, de nueva construcción, de tratamiento de aguas. Es decir, se están restaurado las aguas de Touro. Esto también lo saben las tres mil personas que, hace unos días, pidieron en Touro la apertura de la mina y lo saben los sindicalistas que han venido a terminar el trabajo de Marcelino Camacho. CC.OO. acierta.