¿Qué pasó?

Álvaro Peleteiro OBITUARIO

SANTIAGO

23 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Pues eso, que dos llamadas perdidas mías quedaron registradas en tu móvil justo en la mañana de tu desaparición, sin que «descolgases» y me espetases el clásico arranque de nuestras frecuentes conversaciones telefónicas.

—¿Qué pasó?

El día anterior ya me rondaba en la cabeza el ponerme en contacto contigo, pero otros quehaceres cotidianos se fueron entrecruzando y hoy, no sabes tú, amigo Óscar, las vueltas que le doy a eso. No hubiera cambiado nada, probablemente, pero, ¿quién sabe?, quizás en esa conversación hubiera intuido la zozobra interior por la que estabas atravesando.

El tronco del árbol de nuestra amistad apenas tiene una altura de diez años, pero sus raíces eran profundas. Mucho feeling desde el minuto cero. Contigo era muy sencillo. Tenías la capacidad de impermeabilizar las circunstancias adversas por las que todos, en algún momento, transitamos. Tú, sin embargo, las tuyas, las tornabas en positividad. Tus ojos y, sobre todo, tu enorme y generoso corazón, eran las hojas en las que realizabas la fotosíntesis, convirtiendo el dióxido de carbono, los aires tóxicos y nocivos, también los de grandeza, en oxígeno sano, para que tus amigos respirásemos solo aire puro. Eras poseedor de un enorme capital, amigo Óscar: generosidad, amabilidad y saber estar. Solícito para toda aquello que cualquiera de tus amistades necesitase de ti. Las apariencias y el brilli brilli lo dejabas para los demás. Tu riqueza era interior, intangible. Eras capaz de sonreír con la mirada, cualidad que muy pocas personas atesoran.

Amante de la fotografía, de la música, de los coches, de las motos, de una conversación, de una comida. Un auténtico «disfrutón»; por ello, todo esto, qué quieras que te diga, me ha pillado a pie cambiado.

Me siento en deuda contigo, amigo Óscar, y creo que es de justicia que quede constancia de que tu paso por el mundo ha dejado una profunda huella en muchas personas que hemos tenido la inmensa fortuna de haberte conocido. El próximo helado, ya sabes, va por ti.

Que te vaya bien… y gracias por todo.