Y sin cuotas

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

03 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya es un clásico, porque esta que acaba de terminar ha sido la edición número catorce del Parlamento Xove. De manera que el hemiciclo del Hórreo se llenó de gente joven, con sus profesores, para participar en las semifinales o en la final de alguna de las tres categorías, ESO, Bachillerato y Universidad.

Hasta el más cegato se dio cuenta desde el primer segundo que allí no había feminismo de salón para quedar bien en la foto, ni cuotas ni panfletada barata como la que acostumbra a llegar desde el Ministerio de Igualdad y de la Secretaría de Estado del mismo ramo: había mayoría, muy clara, de mujeres, de muchachas que invirtieron muchas horas preparando sus exordios, sus refutaciones, sus explicaciones, intentando ganar a sus oponentes con el arma más democrática que existe: el debate. Eso sí es trabajar la igualdad.

A media mañana el presidente Rueda apareció por allí a lanzar un mensaje de apoyo. Y es de justicia reconocer que lo hizo muy bien: lenguaje sencillo, reflexión clara sobre el valor de la palabra y la democracia, y recompensa de un aplauso cerrado del centenar y medio de personas presentes. El hombre debió de sentirse bien a gusto, porque cuando ya se iba a ir cambió de idea y se quedó humildemente en una esquina, uno más (su asiento en el Parlamento estaba ocupado) viendo cómo se diseñaban los tres debates finales. Cierto es que Parlamento Xove lo organiza la Dirección Xeral de Xuventude (o sea, la Xunta que él preside), pero eso no le resta mérito alguno. Al césar lo que es del césar.

Al final, lo de siempre, lloros y alegrías. Pero lo interesante de Parlamento Xove es que unos ganan, pero los que no lo hacen tampoco pierden. Había ambiente. Hay futuro.