Luisa Pita, presidenta de Contemporánea: «Tenemos artistas de nivel pero cuesta perder el miedo a entrar en las galerías»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Luisa Pita dirige la asociación Contemporánea desde principios del verano
Luisa Pita dirige la asociación Contemporánea desde principios del verano XOAN A. SOLER

Resalta que quieren convertir la iniciativa Aberto, con aperturas simultáneas de exposiciones a partir del día 21, en una fiesta del arte

17 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2019, las galerías de arte compostelanas Trinta, Metro, Nordés y Luisa Pita decidieron sumar fuerzas para favorecer una mayor promoción del arte contemporáneo y defender los intereses comunes creando Contemporánea (Asociación de Galerías de Arte Contemporánea de Galicia). Cuatro años después, la cifra de entidades asociadas se ha duplicado incorporándose a la lista la también compostelana Dupla y otras cuatro galerías de A Coruña (Moret Art y Vilaseco), Ourense (Marisa Marimón) y Vigo (PM8, Francisco Salas). Desde principios del verano al frente del colectivo se encuentra Luisa Pita tras tomar el testigo de Chus Villar (Nordés).

Noite do Patrimonio [anoche en Santiago] y el evento Aberto, con las nueve galerías asociadas abriendo muestras simultáneamente desde el día 21. Comienzan el curso con mucha actividad.

—Sí, con mucha. Para Aberto tomamos como referencia Madrid, Valencia, Barcelona..., donde se hacen este tipo de eventos con mucha afluencia de público y con una convocatoria muy potente de artistas y profesionales. Teníamos la necesidad de hacerlo en Galicia. Esta es la tercera edición y esta vez contratamos a una agencia profesional para difundirla no solo aquí, sino fuera, incidiendo en Asturias y Portugal.

—Cada vez se implican más en iniciativas de ciudad, ya que también fueron claves en Pasearte. ¿Conocen más las galerías los compostelanos?

—Cuesta mucho llegar a la ciudadanía. Nosotros intentamos fomentar nuestros proyectos, que disfruten de las exposiciones que tenemos, que se pierda el miedo a entrar en la galería. A todos nos preguntan si se puede entrar, si hay que pagar... Hay un desconocimiento de las galerías que es tremendo, pero intentamos favorecer que las personas nos visiten. Poco a poco lo vamos logrando. En la Noite do Patrimonio nos propusieron participar y quisimos estar con ellos, así como en todos proyectos que puedan surgir que den dinamismo a la actividad cultural de Santiago.

—¿Todavía hay recelo para entrar en las galerías de arte?

—Poco a poco vamos consiguiendo que la gente pierda el miedo a entrar, que es una herencia que tenemos porque anteriormente se asociaba la actividad de la galería a un estatus económico muy elevado. Pero hay obra muy asequible y accesible a todos los bolsillos. Cualquiera puede adquirir una obra de arte. Las hay en papel maravillosas, pequeñas pinturas y esculturas asequibles. En las galerías tenemos multitud de oferta y no tienen que ser cifras muy elevadas. Somos negocios para todo tipo de públicos y los llevamos personas que somos completamente pasionales con el trabajo. Queremos que la gente no dude en entrar.

—Cuando dice asequible, ¿a partir de qué precios está hablando?

—Por 100 euros ya hay obra en papel preciosa, grabados...

—¿Cuál es el perfil habitual del comprador de arte en Santiago?

—Los compradores de hace 20 años muchas veces ya te dicen que no pueden comprar más porque no tienen donde colocarlo. Por lo tanto, tiene que haber una renovación generacional. Al final, el público va cambiando y vamos haciéndonos con una cartera de clientes, pero es algo muy difícil porque la situación económica actual es la que es y el arte no es un bien de primera necesidad, en cuanto a que primero tienes que comer y vestirte. Aunque Santiago recibe mucha gente de todas partes, lo cierto es que los clientes son público local, parejas de entre 35 y 50 años, que sí tienen ese interés por el arte.

—¿Qué es lo que más interesa?

—La pintura es la reina, y en todos los estilos. También gusta mucho la fotografía, aunque hasta hace poco tiempo era la hermana menor. La escultura cuesta más, a veces, porque los formatos son más difíciles de poder ubicar.

—En Santiago están cinco de las nueve asociadas a Contemporánea. ¿Es la ciudad referente en Galicia en este ámbito?

—Por el número de oferta que tenemos sí, porque además nos complementamos mucho entre las cinco. Es un pequeño circuito y tenemos unos proyectos fabulosos. Aquí tenemos una oferta buena, que cubre un ámbito amplísimo del arte contemporáneo. Tenemos artistas consagrados que pueden tener exposición en el CGAC y en las galerías, y creadores de media carrera con un reconocimiento en las ferias. Entre las nueve galerías de Contemporánea representamos a más de 200 artistas. Pero a la hora de conseguir que el público pierda el miedo a entrar, la situación es similar en todos los sitios. Vivimos en la capital de Galicia, tenemos la Universidad, el Camino que trae mucho turismo.., pero con todo es una actividad difícil de llevar a cabo.

—Entonces, a nivel de artistas, Santiago no tendría nada que envidiar a otros puntos de España...

—Tenemos un perfil profesional de artistas de mucho prestigio, de mucho nivel, pero nuestra actividad es delicada porque nos cuesta conseguir que la gente le pierda el miedo a disfrutar de lo que tenemos en la ciudad, que entre en las galerías, pero ahí estamos para ganar la batalla.

—¿Cuáles son los retos más inmediatos desde la asociación?

—Nos asociamos para unir fuerzas, para apoyarnos y favorecer la difusión de nuestra actividad a todos los públicos, así como favorecer colaboraciones con instituciones y otras galerías. El evento principal ahora es Aberto, que queremos que sea esa fiesta de la cultura. Somos nueve galerías de altísimo nivel que representamos a la comunidad en ferias de referencia. Aunque trabajamos a nivel local, tenemos que ir a las ferias nacionales e internacionales, lo que también supone destinar muchos recursos.

«La colaboración con el CGAC es fundamental y hay que seguir»

«Somos agentes generadores de cultura», afirma Luisa Pita, incidiendo no solo en la exhibición de obra, sino también en la presencia de artistas y visitas guiadas. «Es importante que la gente disfrute de eso y vea la capacidad transformadora del arte contemporáneo en una sociedad», dice.

—En Santiago, respecto a otros puntos de Galicia, ¿la cercanía del CGAC ayuda a captar públicos?

—Es distinto el público que entra a un museo que en una galería, porque estas son espacios más pequeños, entonces da más reparo. Ahora, por ejemplo, no hay inversión por parte del mundo empresarial en crear colecciones, que antes sí se hacía mucho. Estamos intentando recuperar esas empresas. Después, la colaboración de las galerías con el CGAC es fundamental, somos un perfecto engranaje. Tenemos la gran suerte también de que el director, Santiago Olmo, es una persona siempre dispuesta a la participación y colaboración con nosotros. También estamos en continuas negociaciones con la Consellería de Cultura desde que constituimos la asociación para recabar apoyos.

—En cuanto a esos vínculos con el CGAC, ¿en qué trabajan?

—Hay una relación porque es raro que no haya programación en el CGAC en la que alguno de nuestros artistas no tenga un proyecto. Es fundamental la relación. Las galerías no podemos estar sin el museo y ellos igualmente sin nosotros, es recíproco. Es un vínculo que ya está y que hay que continuar alimentándolo para conseguir una colaboración mayor, que pienso que vamos a lograr porque hay predisposición para ello.