Dañan el cajetín del radar que controla la velocidad en Conxo en sentido de entrada a Santiago
SANTIAGO
El de salida de la ciudad lleva siete meses con las marcas de los martillazos que le dio un conductor que acababa de ser multado
20 dic 2023 . Actualizado a las 20:27 h.El radar de Conxo, cuyo emplazamiento es objeto de controversia desde su instalación, se ha convertido también en diana del malestar ciudadano. Y las huellas están a la vista. Es el caso del cajetín desde el que se controla la velocidad de los vehículos que circulan por ese tramo de la SC-20 en sentido salida de Santiago, que desde hace siete meses luce las marcas de los martillazos que le propinó un conductor que acababa de ser multado. Pero también de la caja que aloja el dispositivo para el control del tráfico que transita en dirección hacia el centro de la ciudad y el túnel del Hórreo, que presenta en el cristal que lo protege tres señales que parecen haber sido realizadas con un objeto punzante o incluso con un arma de fuego. Así, los dos cajetines de Conxo están ya dañados, aunque en ninguno de los dos casos esos desperfectos exteriores impiden que sigan cumpliendo con su función y cazando a conductores que superan la velocidad máxima en ese tramo y acaban multados por ello.
En la última caja atacada se da la circunstancia de que el acceso al punto en el que está ubicada es mucho más complejo que llegar a la que se encuentra a la salida del paso inferior de Conxo, en el entorno de la residencia de mayores de Volta do Castro. Este cajetín fue dañado en abril pasado por un conductor que circulaba por el vial periférico en dirección a O Milladoiro y que percibió a su espada el fogonazo del dispositivo empleado para el control de la velocidad. Entonces, decidió apearse del vehículo y propinar unos martillazos al cajetín. La Policía Local abrió entonces una investigación que, apoyada en el visionado de las imágenes captadas por las cámaras instaladas en la zona, pronto le permitió disponer de todos los datos necesarios para identificar el vehículo y a su conductor, un vecino de O Milladoiro.
Él mismo explicó a los agentes de la Policía Local que una sanción provocó que la emprendiera a martillazos con el radar. Aunque en el periférico la velocidad está limitada a 70 kilómetros por hora, en ese punto no se pueden superar los 50. Siete meses después, el cristal del cajetín todavía no ha sido reparado y conserva las marcas de aquellos golpes, al igual que la caja que está colocada en el extremo opuesto de la calzada, la que ahora ha aparecido también dañada.
Estos dos cajetines comparten un mismo dispositivo de control de velocidad con el instalado en O Restollal, aunque el balance de sanciones evidencia que, al menos el año pasado, el radar pasó mucho más tiempo en Conxo.
Más de 56.000 multas en sus tres primeros años de funcionamiento
El emplazamiento del radar de Conxo resultó controvertido desde el primer día, aunque el Concello está rentabilizando a fondo su instalación. Desde que comenzó a funcionar en julio del 2020 hasta el pasado 30 de septiembre, el dispositivo facilitó las pruebas para 56.009 multas por superar el límite de velocidad de 50 kilómetros por hora en ese tramo de la SC-20. El radar tuvo en Conxo un inicio que sembró el pánico entre los miles de conductores que circulan a diario por ese punto —muchos de ellos, varias veces por jornada— y solo en los dos primeros meses desde su instalación detectó infracciones que dieron lugar a 16.305 multas. Después, tras unos registros más moderados en el 2021 (5.859 sanciones), el radar alcanzó su año más fructífero en el 2022, con 23.730 multas. El cajetín de O Restollal se instaló cinco meses antes que los de Conxo, pero su rentabilidad para las arcas municipales es menor. Hasta el 30 de septiembre pasado acumulaba 17.876 multas, es decir, menos de la tercera parte de las tramitadas en Conxo. De momento, el gobierno municipal no se plantea pedir su retirada, aunque asume que es necesaria una mejora de su señalización.