Isabel Suárez ofrece experiencias para crear joyas exclusivas en Praterías

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La joyera regenta tres locales en la rúa Xeneral Pardiñas, centro comercial de O Milladoiro y zona vieja pensados para perfiles diferentes

27 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Su sello de identidad es la cercanía y la atención personalizada «a todas y cada una» de las personas que se acercan a cualquiera de sus tres establecimientos, situados en la rúa Xeneral Pardiñas, en el centro comercial de O Milladoiro y en la Praza de Praterías de Santiago. Isabel Suárez ofrece la «misma atención a todos, pero cada local responde a un perfil diferente de clientes», aunque, subraya, «reciben la misma atención, porque creo que eso es fundamental». Su vinculación al sector de la joyería comenzó en el 2004, cuando decidió dar un giro total a su vida profesional y cambió la oficina bancaria, en la que comenzó a trabajar incluso antes de terminar su carrera de Empresariales, por el taller de joyería, donde deja volar su imaginación. Isabel habla de sus proyectos pasados, presentes y futuros con la misma pasión e ilusión. Isabel Suárez es una marca de joyería consolidada desde hace años, que ofrece piezas expuestas en sus escaparates para el público en general o joyas únicas y exclusivas por encargo. En este último caso, sorprende la capacidad de Isabel para captar la personalidad de cada cliente y reflejarla en la pieza exclusiva. Una de sus últimas ideas se centrará en el local de la Praza de Praterías, donde se compagina la venta de piezas con el taller, y con unas aulas en las que se ofrece experiencias únicas destinadas a la creación de joyas ideadas por los participantes, en las que Isabel asume el papel de asesora y docente. «Me encanta enseñar y las experiencias se viven con intensidad. Unos novios que diseñan sus alianzas, hasta unas amigas que se hacen una joya idéntica para estar unidas, o la despedida de soltera de un grupo de amigas que quedan para hacerse una joya común, son algunas de las experiencias más recientes», explica. Incluso algunos peregrinos se apuntaron a una experiencia en la que crearon «su propia concha de Santiago». Próximamente comenzarán a impartir cursos en el mismo bajo de Praterías, lo que permitirá a los participantes salir con una joya creada en las clases. Isabel reconoce que la tienda del casco histórico tiene un éxito rotundo entre los turistas y los compostelanos: «Entran pensando que es un museo y salen encantados». En este comercio se recupera una práctica habitual hace años entre los azabacheros, que permitían ver cómo se trabaja en el taller. Isabel espera incorporar en próximas fechas a otros artesanos para que muestren igualmente su forma de trabajar como una manera de «promocionar nuestra cultura artesana». Si la tienda del casco histórico es un ejemplo de saber hacer, en la rúa Xeneral Pardiñas se mantiene una relación estrecha con clientes de toda la vida con un nivel adquisitivo más alto y donde se trabaja mucho el diseño personal. «Tenemos unos estudios para garantizar la intimidad. Es un local distinto al de O Milladoiro, donde hay un espacio diáfano». En este centro comercial, la joyería es como una tienda de barrio, donde «dejan un reloj para reparar o cambiar la pila mientras hacen la compra o adquieren un regalo en un ambiente cercano y familiar».