La nueva vida del emblemático Café Bolívar de Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El hostelero David Cancela toma las riendas del bar que durante 50 años dirigió una familia al dejar la actividad su tercera generación

28 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cincuenta años de historia tiene el bar Bolívar de Santiago, en la República Argentina. Y, en esta ocasión, no han caído en saco roto. El negocio familiar cuya tercera generación dejó la actividad recientemente ha tenido continuidad al caer en manos de un hostelero compostelano que ha sabido apreciar lo que este lugar ha representado en el Ensanche. David Cancela, con 20 años de experiencia en el sector, acaba de coger las riendas de un local que debe su nombre a la moneda que permitió a sus fundadores abrir un negocio propio cuando retornaron de Venezuela con los ahorros necesarios para hacerlo. Su nueva vida comenzaba el lunes 12 de febrero, con la inauguración de un establecimiento que conserva su nombre «para mantener y respetar su pasado, aunque hemos dado una pequeña vuelta al concepto. Conservamos el ambiente y servicio de café de siempre por las mañanas, pero ahora es también una tapería y añadimos una buena carta con raciones muy interesantes y un menú del día de lunes a viernes por 12 euros que incluye dos platos, bebida, postre y café», explica el nuevo dueño.

PACO RODRÍGUEZ

Tras instalar una cocina industrial, en el Bolívar ahora también hay desde bocadillos, sándwiches y hamburguesas hasta cocina tradicional (raxo, zorza, chipirones, huevos con jamón, revuelto, brocheta de pulpo y gambas...), con la opción de pedirlo para llevar —take away, dirían los modernos—. La reforma también afectó al resto del establecimiento: «Le dimos un aire más moderno, con más luz y ese punto acogedor que dan las plantas naturales. Tenemos más de una veintena porque a mí me encantan y desprenden tranquilidad, que es lo que queríamos inspirar a las personas que quieran visitarnos. La parte que más trabajo dio fue, precisamente, congeniar un local moderno con esa tradición que había antes aquí y no queríamos perder», subraya David, quien restauró el antiguo rótulo con el que se inauguró en el año 70 el Café Bolívar. «Lo tuvieron hasta el 90 y luego lo retiraron. Es una pieza histórica que otros tirarían a la basura, pero tiene mucho valor por lo que representa», añade un hostelero al que muchos santiagueses ya conocerán por su paso por el Jacobus o A Barrola, entre otros proyectos gestados en la ciudad. Con una terraza semicubierta, el Bolívar pasa ahora a ampliar su horario y dará servicio todos los días, de 7.30 a 23 horas (los domingos hasta las 16 horas).