El cierre de La Radio causa más problemas a Pepe Solla: le exigen 30.000 euros por obras en el local
SANTIAGO
El chef señala que presentó una demanda contra el seguro y que destinó los recursos que tenía a pagar a los trabajadores
03 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El efímero paso de Pepe Solla por Santiago con su restaurante La Radio no deja de causar desvelos al conocido cocinero. Si primero fueron los dueños del local que alquiló en San Fiz de Solovio los que le demandaron para reclamarle 36.300 euros por seis meses de alquiler que no había pagado, ahora es una empresa constructora que hizo una obra en el establecimiento la que también le exige judicialmente más de 30.000 euros que aún les debe.
La dueña de Albañilería Tradicional SL, Carmen Veiga, tuvo contacto con Pepe Solla y La Radio por casualidad. Fue una noche a cenar con su pareja, también contratista, y en esa velada, según relata, les llamó la atención el olor a aguas fecales. Se lo hicieron saber al camarero y les explicó que habían tratado de resolver el problema, pero que siempre que llovía de forma intensa reaparecía. Los dos constructores pasaron el resto de la cena pensando en una solución y cuando dieron con ella se la comunicaron al encargado. Días después, fue el propio chef el que los llamó y contrató sus servicios. Hicieron el trabajo por 3.000 euros y lo cobraron, «aunque no sin que nos dieran alguna larga», señala la empresaria.
La obra fue un éxito, lo que hizo que Solla volviese a contratarles para llevar a cabo reparaciones y mejoras derivadas de una inundación que había afectado al local. Esos trabajos fueron mucho más caros y se presupuestaron en 55.000 euros. «Con los problemas que tuvimos para cobrar los primeros 3.000 euros, esta vez exigimos 18.000 por adelantado», dice Veiga. Y fue lo que cobraron, por el resto siguen esperando. «Primero nos dio largas y luego dejó de cogerme el teléfono, por lo que tuvimos que enviarle un burofax al que nunca contestó, por lo que acudimos al juzgado», añade.
Sentencia a favor de la empresa
Desde entonces, ha pasado un año en el que presentaron un monitorio ante el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Santiago para reclamar a la empresa de Solla que gestionaba La Radio, Soma Gastronomía SL, el pago de los 31.846,33 euros que les deben. En una sentencia del 12 de enero pasado, la jueza dio la razón a Albañilería Tradicional SL y dictó «orden general de ejecución» a favor de la constructora por el importe exigido «en concepto de principal», pero obliga a sumarle «otros 10.000 euros que se fijan provisionalmente en concepto de intereses que, en su caso, puedan devengarse durante la ejecución y las costas de esta, sin perjuicio de su posterior liquidación». Desde que se produjo esa resolución judicial, Albañilería Tradicional solo ha recibido un ingreso de 1.159 euros que les envió el juzgado con cargo a esa deuda. «Imagino que es lo que había en la cuenta de Soma Gastronomía, pero ha pasado ya un año y seguimos sin cobrar», se lamenta.
Tampoco tiene Solla totalmente solucionado el problema con los dueños del local que alquiló en Santiago. Es cierto que cuando se hizo pública su reclamación judicial de deuda les ingresó vía transferencia 36.300 euros, pero lo hizo todo en la misma cuenta y, como había dos contratos, la mitad le fue devuelto y esos 14.000 euros están hoy aún pendientes de cobro. Además, los arrendadores no están conformes con que este pago solucione del todo el conflicto. De hecho, consideran que el contrato no ha sido resuelto correctamente por lo que van a pasarle al cobro más mensualidades y también reclaman que lleve a cabo obras para subsanar deficiencias que afirman que no estaban cuando ellos entregaron el local.
Pepe Solla alega que la reclamación «corresponde a una reparación de una inundación que ocurrió en el local por una pérdida de agua del edificio de la propiedad». El chef asegura que presentó una demanda judicial contra el seguro «porque después del peritado no quiso hacerse cargo del pago total». Puntualiza Solla que, cuando cerró La Radio, destinó los recursos que tenía a liquidar a los trabajadores, «que son los más desprotegidos». «A partir de ahí estoy refinanciando la deuda para hacer frente a todo lo restante. No hay ninguna intención de no pagar, pero tengo que conseguir la refinanciación para ello».