Unos 250 universitarios acampan en la Facultade de Historia de Santiago «contra o xenocidio palestino»

SANTIAGO

Imagen de uno de los pasillos de la primera planta de la facultad compostelana
Imagen de uno de los pasillos de la primera planta de la facultad compostelana Sandra Alonso

Sacos de dormir, tiendas de campaña, mantas, colchones, bolsas, botellas de agua, apuntes, alguna caja de pizza e incluso un ejemplar de «El Arte de Guerra», de Sun Tzu, se reparten por el suelo del edificio

15 may 2024 . Actualizado a las 19:15 h.

Desde la medianoche de ayer hay que pisar con sumo cuidado por los pasillos de la primera planta de la Facultade de Historia de la USC. Sacos de dormir, tiendas de campaña, mantas, colchones, bolsas, botellas de agua, apuntes, alguna caja de pizza e incluso un ejemplar de El Arte de Guerra, de Sun Tzu, se reparten por el suelo. En el inesperado y anárquico campamento lucen dos banderas: la más numerosa, la del pueblo palestino; acompañada en segundo lugar por la estreleira que enarbola el nacionalismo gallego.

Construido entre 1769 y 1805, el edificio que aloja los estudios de Historia lleva décadas convertido en el epicentro del que nacen casi todas las reivindicaciones estudiantiles de la capital gallega. Ayer mostró de nuevo su cara más contestataria. En esta ocasión, para lanzar un mensaje contra el «xenocidio palestino por parte de Israel», que ha provocado que unos 250 universitarios y jóvenes hayan decidido acampar, sine die, en la facultad de la USC. Se suman así a un movimiento contra Israel que ya se extiende por todo Occidente tras eclosionar en Estados Unidos.

Son los propios jóvenes los que reconocen que por el momento ni hay portavoces ni una ruta marcada. Tampoco tienen claro si difundir su lucha a través de los medios. Todo eso se decidirá en la asamblea que prevén celebrar durante la noche de hoy, aunque «os grupos de traballo xa están funcionando», replican un par de estudiantes, que escapan apresurados por los pasillos.

La primera reunión se celebró ayer a las siete de la tarde y en ella tuvieron peso los principales sindicatos universitarios. Acabó a media noche con una decisión clara: acampar. ¿Hasta cuándo? Aún no hay respuesta. «Se o que queremos o acadamos nunha semana, pois nunha semana; se é nun mes, pois nun mes», replica uno de los jóvenes. «Esto pinta que va para largo», confirma otra universitaria desde la puerta, a la vez que un tercero apaga un pitillo antes de entrar en la facultad. «Aínda non se pode fumar dentro?», pregunta con sorna. «A primeira noite estivo moi ben», confiesa otro joven con una marcada estética punk y en cuya sonrisa se vislumbra el éxito de la convocatoria. «La victoria está reservada para aquellos que están dispuestos a pagar el precio», escribió Sun Tzu. Él, al menos, parece que sí está dispuesto.