Intenso espectáculo pirotécnico y traca de cierre que retumbó en toda la ciudad
01 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un final apoteósico de aproximadamente dieciocho intensos minutos de luz, color y estruendo con 1.400 kilos de pólvora despidió anoche los trece días de las Festas do Apóstolo 2024. Después de tres años con lanzamientos desde la Cidade da Cultura, los Fogos Pequenos volvieron al centro de Santiago, a la escalinata que comunica el Paseo da Ferradura de la Alameda con el campus sur, un cambio celebrado por los ciudadanos, a tenor de la notable afluencia de público, que sin estar apelotonado llenó esa parte del campus. También el Obradoiro era una buena tribuna.
Por tanto, fueron unos Fogos de proximidad, en los que la cercanía del público al lugar de lanzamiento condicionaba el diseño del espectáculo pirotécnico. Un perfecto visionado de corta distancia exigía el recurso a efectos digitalizados de baja altura y más visuales, aunque también hubo algunos elementos de gran altura, con carcasas de calibre de 125 milímetros, como los empleados en la pirotecnia de la víspera del día grande del Apóstolo. Además, dio buen resultado la instalación de tres plataformas elevadoras de quince metros para el lanzamiento, que permitieron salvar los árboles de mayor altura que impedirían la visibilidad de algunas figuras.
Intensos truenos abrieron la sesión con puntualidad a las 23.30, y hubo figuras en forma de aros olímpicos, corazones, colores intermitentes de blanco, rosa y verde, y troncos de sauce. La empresa catalana Igual, adjudicataria de los dos espectáculos pirotécnicos de estas fiestas, prometió espectacularidad y lo cumplió. El público lo refrendó al final con aplausos y con valoraciones positivas tras la atronadora traca final que retumbó y pudo escucharse en toda la ciudad. «Son os mellores en moitos anos», se comentaba en un corrillo al término de la sesión.
La última jornada de las Festas do Apóstolo volvió a contar con música en el gran escenario de la Praza da Quintana, a cargo del grupo balear Antònia Font como protagonista del último concierto de pop-rock. Previamente, la compañía Antón Coucheiro cerró el ciclo de espectáculos de pequeño formato en el parque de Galeras, y los Peregrinos Musicales tuvieron su último encuentro con el público en la Praza de Mazarelos, con Ilona Timchenko al piano.