Más de 300 velas virtuales de media al día alumbran la web de la Catedral de Santiago con todo tipo de peticiones

maría patricio / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MARINA FERRADÁS

Desde el 2016 el lampadario acumula casi un millón de candelas, la más antigua lleva ocho años prolongando su luz

14 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Suerte, salud, trabajo y amor son necesidades humanas básicas, así como las peticiones más habituales del lampadario online de la Catedral de Santiago, pero no son las únicas. Al igual que la forma tradicional en los templos e iglesias, las personas acuden a la web para mostrar su espiritualidad y encender candelas que velen por ellos mismos, por sus seres queridos o por los deseos más insólitos que uno se puede imaginar. Sin ir muy lejos, varias velas le pedían al Apóstolo para que Alcaraz ganase el oro olímpico o que el Deportivo de A Coruña ascendiese a segunda. Unas tuvieron más éxito que la otras.

Encender las velas es totalmente gratuito y cada persona puede aumentar en seis horas el tiempo de luz de un cirio, es decir, el de una ambición, interés, ruego o promesa. Consiste en una alternativa para aquellos que no pueden hacerlo presencialmente en el templo jacobeo. La vela más longeva alumbra desde el 25 de julio del 2016, pocos días después de que se inaugurase este método. «Prego per l'anima di mia mamma», dice el mensaje en italiano —«rezo por el alma de mi madre»—. La candela aún tiene luz para más de nueve mil horas. Continúan iluminadas varias velas de ese mismo año, como una de octubre que dice: «Pola miña avoa Manuela, sempre aquí, sempre no recordo». El tiempo habitual para un cirio es de 48 horas. Sin embargo, son varias las que continúan años y que se prolongan al compartirse en las redes sociales.

Cada día se avivan otras nuevas, que se apagan a los dos días, al menos que alguien amplíe su tiempo de luz. En total, el lampadario web acumula más de 920.000 velas desde su creación hace más de ocho años, lo que deja una media de más de 320 al día. El lunes, por ejemplo, se encendieron 398 cirios. La web guarda el registro de todas las velas, también de las apagadas, así como las más de 800 que se mantienen actualmente con llama. La mayoría de las personas que las encienden son de España, pero la luz proviene de 136 países.

Muchos de los que acuden al lampadario comparten sus deseos en las redes sociales, como X —antes Twitter—, e incluso TikTok e Instagram. Así es cómo se expande el enlace, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que recurren en épocas de exámenes, pero también cuando algún familiar o amigo necesita apoyo.

Aunque el encendido es gratuito, el enlace ofrece la posibilidad de hacer una donación económica para la Catedral.

La demanda repunta en época de exámenes

Si se buscan las palabras «aprobar» y «examen» aparecen más de 313.000 resultados, un tercio del total. Esto explicaría los colapsos de la web en las épocas de exámenes, tal como ocurrió en enero de este año y del año pasado y tal como los usuarios dejaron constancia en X.

Alba Álvarez, que estudia periodismo en la USC, explica que tiene que entrar a horarios muy dispares, entre las tres o las cinco de la mañana, para poder prender una vela, porque sino la página está saturada: «Ou iso ou esperar a ter sorte». Alba conoció el lampadario por un amigo que estudiaba en Ourense en la UVigo. «Cando tiven o primeiro exame da carreira díxome que prendera unha vela virtual e desde entón utilizo a páxina cada vez que teño un exame ou unha presentación importante», cuenta Alba. Son varios los estudiantes que encienden una vela sistemáticamente siempre que tienen alguna prueba. Miguel Villar, por ejemplo, confiesa que no es creyente, pero que le gusta tener una «pequeña confianza» como pueden ser las velas, que enciende desde hace varios años. Lo mismo hace María Vila para tranquilizarse ante cada examen, suyo o de personas cercanas. Ella conoció las velas virtuales cuando cursaba bachiller y leyó un mensaje en X, en aquel año aún Twitter. Desde entonces enciende una en cada ocasión.