La borrasca obliga a retirar y sustituir más de sesenta árboles en Santiago
SANTIAGO
El Concello valorará el estado de los otros muchos que resultaron dañados para ver qué atención precisan
10 oct 2024 . Actualizado a las 21:24 h.Los servicios municipales implicados en la atención a los desperfectos que dejó el paso de la borrasca Kirk por Compostela seguían hoy trabajando para devolver la ciudad a su aspecto habitual. Y todavía lo harán mañana, si bien hay circunstancias, al menos en lo que a los parques se refiere, que precisarán algo más de tiempo, como la intervención en el paseo central de la Alameda (donde cayó un tilo de gran porte y rompió una tubería general de agua) y la valoración y actuación sobre los árboles que han quedado tocados en el resto de la ciudad.
Son docenas los que han sufrido roturas de ramas de mayor o menor consideración, pero los peor parados han sido algo más de sesenta ejemplares derribados o tronzados que deberán retirarse y sustituirse. Esos son irrecuperables. El estado de los demás se evaluará para ver cómo se procede, según el concejal de Parques e Xardíns, Xesús Domínguez, quien ayer dio cuenta de la incidencia de Kirk en las zonas verdes junto con el jefe del departamento, Gregorio López.
Ambos comparecieron en Raxoi con la rama de uno de los árboles afectados y una parte del tronco del citado tilo, dos ejemplares sanos, para evidenciar la fuerza con que la borrasca se paseó por la ciudad, con vientos que alcanzaron los 144 kilómetros por hora, precipitaciones que llegaron a acumular 48 litros por metro cuadrado y con un pico de 11,3 litros en una hora.
Esa intensidad y la recurrencia de los fuertes vientos explica que la borrasca se haya llevado por delante ejemplares del porte de los tres más afectados en la Alameda (el del paseo central, un segundo tilo cerca del parque infantil y un negrillo al lado de Químicas), entre otros muchos en otras zonas. Se trató de «exemplares sas na súa gran maioría», según Domínguez, quien expuso que el Ayuntamiento realiza habitualmente labores preventivas y de vigilancia en el arbolado todos los parques.
La Alameda, como parque histórico, tiene el máximo nivel de protección y cuidado y cuenta con un plan director que implica un trabajo diario y sistemático de vigilancia. Y pese a los desperfectos ocasionados por la borrasca y al gran porte de los tres árboles más afectados, el ámbito ha demostrado una «resistencia que non é fácil atopar en xardíns históricos», según López. Ha demostrado su «resiliencia» ante un temporal «desta envergadura». Según Domínguez, pese a la imagen impactante que dejó la borrasca en ese recinto, no llegó a afectar ni al 1 % de su arbolado, que suma unos mil ejemplares.
El tilo más afectado se retirará, como esos más de sesenta en el resto de la ciudad. La seguridad manda. Entre los demás afectados se evaluará la situación para decidir su tratamiento. Siempre se trata de mantener en su sitio los que sean posibles. Y, si no hay más remedio que retirarlos, siempre se reponen, explicó López.
Kirk afectó también a alguna farola y banco del parque, aunque no especialmente a los de Sargadelos del paseo central, aunque Raxoi valorará su estado (había algunos que precisaban atención) para decidir sobre su rehabilitación. El paso de Kirk ha dejado mucho residuo vegetal que el Concello tratará ahora para hacer compost que acabará de nuevo en los parques de la ciudad, que dispone de 2,6 millones de metros cuadrados de zonas verdes, donde unos 48.000 árboles se atienden con metodologías «respectuosas».
Una lona protege el conservatorio, que retoma las clases
M. Mosteiro
Las clases volvieron ayer a la normalidad en el Conservatorio Superior de Música de Santiago, donde el miércoles tuvieron que ser suspendidas por los daños ocasionados por el paso de la borrasca Kirk. José Luis Quintás Carreira, director del centro, explicó que la decisión de suspender fue «por el estado exterior del centro», y con el fin de garantizar la seguridad de los alumnos. Aclaró que en el interior no hay daños. Tras una evaluación se decidió retomar la actividad lectiva de los casi quinientos alumnos del centro, de los que alrededor de trescientos tenían clases ayer jueves.
Durante buena parte de la mañana de ayer, un equipo de operarios se afanaron en la retirada de toda la estructura de metal que recubre el tejado del edificio, y que quedó inservible. Hasta que la Consellería de Educación afronte la reparación de los daños, el tejado quedará protegido por una lona que fue anclada para evitar que pueda moverse o desprenderse. Esta protección tiene como función evitar que se produzcan filtraciones de agua al interior del conservatorio. El director explicó que, según los avisos recibidos por vecinos del conservatorio, los daños se produjeron en torno a las 6.30 de la mañana. Algunas de las planchas del aislante, debido a la ligereza de su material, aparecieron esparcidas a bastante distancia del edificio.
Otro de los puntos donde ayer aguardaban a los bomberos es la escuela de educación infantil de Fontiñas. En este caso, un árbol cayó sobre el edificio, causando daños en el lucernario. Pese a lo aparatoso del siniestro, las clases no se suspendieron y transcurrieron con normalidad. Aunque uno de los cristales de la cúpula está roto, lo que afecta a uno de los baños del centro, el propio árbol sirve de protección para evitar que entre agua. Los bomberos de Santiago esperaban retirar este y los otros 19 que aún quedan pendientes entre las jornadas de ayer y la de hoy.
La Alameda es uno de los lugares donde se acumulan más daños. Los equipos de Parques e Xardíns centraron ayer su trabajo en el paseo central y en el de Os Leóns, por ser dos de los espacios más visitados diariamente. Uno de los trabajadores que se afanaba en devolver la normalidad al recinto reconocía que la imagen era «de catástrofe».
Según Xesús Domínguez, que ayer agradeció la dedicación de todos los servicios y equipos de emergencias implicados en dar respuesta a los efectos de la borrasca, también se están reubicando contenedores movidos por el viento y limpiando restos, en estos últimos casos por parte de Urbaser, la concesionaria de la limpieza, a la que agradeció el «importante esforzo para manter a recollida do lixo durante a noite do temporal», un temporal que dejó numerosas incidencias en la ciudad.