
«Es un edificio singular con mucha historia y hay que conservarlo», esgrime el presidente de la institución
18 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, ha confirmado que la sede del Parlamento de Galicia, conocida popularmente como el Pazo do Hórreo, se beneficiará de una profunda restauración, un plan director de obras para este año que incluirá la reforma de «todas las fachadas» del edificio, así como de algunas dependencias del interior que «hay que mejorar». «Es un edificio singular con mucha historia y hay que conservarlo», esgrimió el presidente de la institución en una entrevista a Europa Press, en la que avanza que la reforma permitirá que los baños se ajusten a la normativa actual sobre accesibilidad.
La iluminación también «se está viendo», afirma, pero el proyecto aún está en una fase de trabajo interno, aunque ya tiene «garantizada la financiación, que es lo más importante». «Eso se lo tengo que agradecer a la Xunta y especialmente al presidente, Alfonso Rueda», añade al confirmar que el presupuesto de esta reforma rondará los dos millones de euros.
El Pazo do Hórreo es un edificio centenario. Entró en servicio en 1915 como escuela de veterinaria, pero en los años 20 del siglo pasado cambió de uso para albergar un cuartel militar hasta que en 1986 la Xunta lo compró al Ministerio de Defensa para convertirlo en la sede del Parlamento de Galicia (que antes había itinerado por dos espacios prestados: los pazos de Xelmírez y Fonseca).
La última rehabilitación del edificio fue obra de Andrés Reboredo, al que se consultó para la obra que suprimió barreras arquitectónicas en el acceso de la Cámara y cuya opinión se tendrá en cuenta en la nueva remodelación. «Y a Patrimonio también le tenemos que consultar», añadió.
Mejorar el Panteón
Miguel Santalices también confirmó que otra de sus prioridades es finalizar los trámites del proceso de constitución de la Fundación del Panteón de Galegas e Galegos Ilustres y reunir al Patronato para empezar a darle contenido a la institución. «Hay que concretar qué actividades se pueden hacer allí, ver cómo van las escrituras de donaciones y creo que también hace falta darle ‘un lavado’», añadió.