Tamara actúa este sábado en Santiago: «El bolero es eterno, se canta con el alma»

SANTIAGO

.

La cantante recala esta noche en Santiago en su gira por sus 25 años de trayectoria musical

07 jun 2025 . Actualizado a las 04:55 h.

20.30 horas • Auditorio Abanca • Desde 24,20 euros • Siendo una niña llegó a los hogares conquistando con su voz desde los concursos televisivos. Ahora, tras cumplir cuatro décadas, Tamara celebra 25 años de trayectoria con el bolero como principal bandera en una gira que esta noche recala en Santiago. Será su voz acompañada de un piano.

—La gira de aniversario se titula «25 años de corazón», ¿por qué ese «de corazón»?

—Cuando yo empecé mi carrera todo el mundo comenzó a conocerme a través de programas de televisión de niños. En «Menudas estrellas», cuando imité a Pocahontas, comenzó todo. Luego ya oficialmente saqué un álbum al mercado con catorce años. Entonces, cuando con catorce-quince años te dan la oportunidad de cumplir tus sueños —que es cantar la música que te fascina—, una niña no canta por lucrarse, lo hacer porque le nace, lo hace de corazón. Entonces, por eso le he puesto ese título tanto a mi álbum por los 25 años como a mi gira. Además, no es corazón solo por mi parte, sino de corazón mutuo; un corazón que nos hemos dado mutuamente tanto mi público como yo.

—Empezó con los programas de televisión siendo una niña, pero ¿cuál fue el momento en que tuvo claro que quería dedicarse a cantar?

—En cuanto salí a hacer esa actuación de Pocahontas cuando tenía once años. Al bajar del escenario y ver a mis padres —llevaba casi dos días sin verlos— les dije: «Me sentí en el escenario como si fuese mi casa. Mamá, yo quiero cantar». Ahí se decidió.

—Entonces, ya era de las que cantaba en casa.

—Cantaba, pero muy en privado, en la habitación. De vez en cuando en alguna fiesta, con amigos y familiares me decían: «Tamara, canta algo». Y yo le respondía que no tenía ganas, como hacen todos los niños. Lo hacía cuando me apetecía. No era de estar canturreando todo el día. Nunca he sido exagerada para eso. Yo no quería ser artista, sino que simplemente me gustaba cantar. Realmente, lo de dedicarme a ello lo decidí cuanto sentí lo que era un escenario, lo que era cantar en público, los aplausos de la gente. De niña, no lo sentí.

—¿Qué balance hace de estos 25 años? ¿Se imaginó esta trayectoria?

—Lo que no pensaba es que iba ser tan rápido. Yo creía que me iba a costar más trabajo. Luego me ha costado trabajo mantener 25 años. Fui a un programa de copla presentado por María del Monte. Ahí, con una guitarra y un cajón porque le hacían un homenaje a mi abuelo [el cantaor Rafael Farina], canté un trozo del bolero «Encadenado». Al día siguiente, me llamaron todas las discográficas de este país. A partir de ahí elegí la que yo quería trabajar y empezó todo.

—¿Y siempre con el bolero como bandera?

—Yo soy una cantante melódica romántica. A partir de ahí, que la niña de mis ojos sea el bolero y que luego mi seudónimo sea «Tamara, la reina del bolero» —que lo llevo con mucho orgullo—, me parece increíble. Dentro de lo melódico romántico, también canto rancheras, pop melódico, un tango argentino... Hay mucha variedad.

—¿Qué canción no puede faltar nunca en un concierto de Tamara? ¿Cuál le piden más?

—Hay muchas. «Si nos dejas» la llevo cantando 25 años en cada sitio que voy. También están «El gato que está triste y azul», que no puedes dejar de cantar; «Gracias», «No quiero nada sin ti», «Si no te hubieras ido»... No los puedo dejar de cantar en ninguno de los formatos que tengo.

—¿Cuál es el secreto del bolero para mantenerse en una época que dominan las músicas urbanas? ¿Qué tiene un bolero para seguir llegando al corazón?

—Hay géneros que son eternos. Es como si dices, ¿y el flamenco? ¿Cómo vas a quitar el flamenco? ¿Cómo vas a quitar estilos de música que son de raíz, que siempre va a salir alguien a cantar este tipo de música? Al bolero le pasa exactamente igual que al flamenco; es un género de alma, que se canta con el alma. En mi casa siempre me han dicho que estos géneros se cantan con cabeza, un instrumento —que es tu voz—, corazón y alma. Este tipo de géneros no se pueden perder, es imposible.

—Tiene varios formatos en esta gira de los 25 años.

—Sí, hay tres formatos. El que voy a ofrecer en Santiago es el íntimo, que a mí me fascina porque es hora y media cantando solo a piano. Es un formato donde yo puedo cantar como quiera, como me sienta en ese momento. Y la verdad es que interactúa mucho más con el público. Es un formato precioso.

—¿Algún recuerdo especial de actuaciones en Santiago?

—Lo que puede decir es no solo de Santiago, sino de todo Galicia. Siempre ha sido un público fiel, siempre me ha recibido con los brazos abiertos, y, además, es un público que entiende mi estilo de música y que sabe escuchar y reconocer el arte. En 25 años de carrera no he faltado un año en Galicia. Espero que en el concierto disfruten muchísimo, va a ser una noche mágica en la que vamos a recorrer todas esas canciones hermosas. Lo voy a entregar todo: mi corazón, mi alma, mis sentimientos...; quiero que no se lo pierdan, que vengan a pasar una noche de buena música y de emociones.