Melissa Bruntlett: «Si fue posible implantar el uso de la bicicleta en Bogotá, lo es en cualquier ciudad»

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

La experta internacional en ciclismo urbano dio a conocer distintas alternativas adoptadas por urbes de todo el mundo en el Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad

28 jun 2025 . Actualizado a las 19:59 h.

 Santiago acoge ayer y hoy el 21º Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad, y lo hace con los ponentes defendiendo las opciones que ofrece para la movilidad ciudadana. Lo demostró Melissa Bruntlett, canadiense afincada en Países Bajos y que es una referencia internacional cuando se trata de ciclismo urbano. Ella invitó a rediseñar las ciudades desde la empatía, la inclusión y la movilidad activa, exponiendo el cambio de mentalidad que el uso de la bicicleta puede ofrecer en la construcción de las ciudades.

Comenzó su recorrido por esas urbes que se han esforzado en ello por Barcelona, que apuesta por espacios públicos sin coches en los que conviven las personas, y por iniciativas como el bicibús, que permite a los niños ir en grupo a la escuela en bicicleta. Saltó luego a Bruselas, una ciudad que se está transformando con espacios para caminar y pedalear, también en zonas céntricas como la Plaza de la Bolsa, dejando atrás la hostilidad con el ciclista: «Empezó como experiencia piloto en fines de semana y ya es permanente». Destacó que la reducción de velocidad a 30 kilómetros por hora animó a mucha más gente a subirse a la bici, sin el temor de coches circulando a alta velocidad a su lado.

Tirana fue otro de los ejemplos que abordó Bruntlett, citando los parques de tráfico que forman a niños de 6 a 12 años y les muestra la autonomía que les da este medio de transporte. Recordó el proyecto Open Streets de Montreal, ya desde los primeros 80, con once calles libres de coches en las que la gente camina y las bicicletas circulan mientras la gente disfruta en las terrazas, una iniciativa de la que «se benefician comercio y hostelería».

Bogotá es un caso práctico de la bici como medio de transporte alternativo. La sobresaturación de los buses llevó a extender la red de carriles-bici, con ciclistas de todas las edades que pedalean al lado de calzadas colapsadas por vehículos inmóviles en el caos de tráfico: «Si fue posible implantar el uso de la bicicleta en Bogotá, lo es en cualquier ciudad», indicó Melissa antes de mostrar rúas de París para las bicis, y cierres temporales de éxito como en los Campos Eliseos.

Apeló a la empatía para la progresiva implantación de la bicicleta y a construir alianzas con quien piensa distinto: «Hay que salir de la burbuja de gente de nuestra mentalidad, hablar con quien ve desventajas [en el uso de la bici] y llegar a acuerdos», dijo.

El concejal Xan Duro reivindicó los «pasos constantes cara unha nova mobilidade en Santiago», mientras los representantes de la Xunta (José Manuel Merelles y Judit Fontela) destacaron su apuesta por un turismo y movilidad sostenibles. El presidente de Composcleta, Faustino Gómez, aplaudió la predisposición de los políticos «pero la realidad está ahí afuera. Nos queda mucho por hacer».