Estas pequeñas artistas pintan abanicos únicos y los venden con un fin solidario

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Zira, Silvia, Alba, Xián, Valeria y Noa, con algunos de los abanicos que vendieron
Zira, Silvia, Alba, Xián, Valeria y Noa, con algunos de los abanicos que vendieron cedida

Silvia, Zira y sus amigos de la playa recaudaron más de 200 euros para ayudar a una protectora de animales

15 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Son de Santiago y Ames y aquí residen, pero todos los veranos disfrutan de la playa de Esteiro, en el cercano municipio de Muros. En los últimos años, y para evitar las horas de más calor, esta pandilla de pequeños de entre seis y diez años juegan a las cartas o, en el caso de algunos de ellos, dejan rienda suelta a la creatividad para pintar con acuarela, acrílico y cualquier pincel o color disponible. Es el caso de Silvia y Zira Paz Lavandeira, sobre todo la primera, pequeñas artistas que comenzaron a pintar abanicos con preciosas ilustraciones entre las que no faltan alusiones a la actualidad, como los terribles incendios forestales que asolan estos días Galicia.

Jugar a las tiendas y vender pulseras, pendientes o manualidades, es casi una tradición con la que Zira, Silvia, Valeria, Xián Suárez y Alba y Noa Ruibal se entretienen durante horas en el muro de la playa de Parameán, cuando no hay rocas en las que pescar con los trueles porque sube la marea o el agua está demasiado fría para bañarse. Al ver que los abanicos que pintaban gustaban a familiares y amigos, y sin ninguna pretensión, se les ocurrió venderlos en la playa.

La madrina de Silvia, Loli González, una médica gallega afincada en Portugal y muy volcada con el medio ambiente y el cuidado de los animales, fue la que conectó ambas actividades en busca de un objetivo común: contribuir al cuidado de los animales callejeros colaborando con la Asociación Projecto Animáis Barcelos, en Portugal. Somos la especie que ayuda es el lema que forma parte de una de sus campañas y que hace que estos niños puedan sentirse orgullosos de su pequeña colaboración. No tan pequeña, ya que gracias a la generosidad de amigos, familiares y de otros veraneantes, han reunido más de doscientos euros para entregar a esta entidad. Y lo cierto es que no es de extrañar, porque los abanicos son obras de arte exclusivas pintadas con enorme delicadeza, en las que se refleja la sensibilidad de sus autoras: la naturaleza, el cuidado de los animales, el camino de Santiago, estampas marineras o la lucha contra los incendios forestales. Y es que además de su creatividad y talento natural, en el saber hacer de sus trazos se reflejan las enseñanzas de su profesora de pintura, Ana Lombao, que cada vez suma más pupilos en su taller de Área Central.