«Non tiven outra vida máis ca Praza»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Un emotivo homenaje a tres placeros, en representación de todo el colectivo, abre la celebración del 80 aniversario del edificio del mercado de abastos

18 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El acto institucional con el que se rememoró la inauguración hace 80 años del edificio de la Praza de Abastos de Joaquín Vaquero Palacios contó con los mismos ingredientes de realizado en 1945. Sonaron las campanas de San Fiz, hubo concierto de la Banda de Música de Santiago y acudieron las autoridades locales, pero se incluyó un cuarto ingrediente, los vendedores, que resultaron ser imprescindibles para garantizar que el mercado siga siendo un motor económico de la ciudad. Se rindió un pequeño homenaje a tres placeros en representación del colectivo. Maricarmen Aldrey, de pescados Mari Carmen; Antonio González, de Charcutería Seco; y María Carmen Rarís, de Pementeiras Ferreira. Fueron obsequiados con un broche que reproduce la imagen del edificio de Vaquero. La más emocionada de los tres fue Mari Carmen Aldrey, que recibió su regalos de manos del nieto de Joaquín Vaquero. Reconoció estar «moi emocionada e agradecida polo cariño da xente. É bonito que se acorden de nós». Ella ya acudió al mercado a vender verduras con su madre «sendo moi pequena, pero aos 18 anos empecei co peixe. Levo 55 anos», y tiene pocas ganas de despedirse del mercado de abastos.

María Carmen Rarís, que acudió acompañada de su hijo, el que será «a cuarta xeración dos Ferreira —como se conoce a la familia de pementeirose xa temos quinta». La vendedora recordó que «empecei de nena. Viña contando as estacións de tren para baixar en Santiago». Lleva 65 años vendiendo allí: «Non tiven outra vida máis ca Praza. A miña nai tivo que inaugurar esta, pero xa vendía na vella», remarca. La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, fue la encargada de entregarle su obsequio como apoyo al producto de proximidad.

El tercer homenajeado fue Antonio González, de la charcutería Seco, al que le impuso el pin el presidente de la cooperativa, Luis Millán. González recordó a su abuelo, que inauguró la empresa familiar en 1948, «xa na praza nova». Su incorporación «definitiva, porque xa viña antes, foi no 1969. Deixei os estudos, porque isto era o que me gustaba». El placero, que acaba de acceder a la prejubilación, seguirá en activo porque «eu sempre digo que tes que traballar no que te gusta; e a min encántame». Agradeció el reconocimiento, pero «máis aínda o aprecio da xente. Eu penso que temos o recoñecemento da xente, pero o crédito hai que gañalo. E nós traballamos moito para telo».

Exposición en Mazarelos

Los actos conmemorativos comenzaron con la inauguración, en la praza de Mazarelos, de una exposición de fotos antiguas del mercado. La comisaria de la muestra, Ruth Varela, hizo un repaso a la historia de la construcción del edificio, impulsado desde el Ayuntamiento y diseñado por Vaquero Palacios. El arquitecto dialogó con las paisanas porque su objetivo era que el recinto cumpliera con las necesidades de las vendedoras, pero también quiso aprovechar la construcción del edificio para dar empleo y poner en valor los oficios de Santiago, especialmente a los canteros. Nació con 304 puestos, «todos iguais», con el fin de que todos los vendedores tuvieran el mismo espacio. Finalmente se inauguró sin terminar en octubre de 1945, «porque era unha necesidade social».

Xan Duro, concejal de Mercados, elogió el esfuerzo de los comerciantes que cada día acuden al mercado, y destacó el valor del recinto como referente comercial. Sanmartín tuvo un especial recuerdo para José Costa, Muñico, que murió tras una agresión en la plaza; y para Lolo Fernández, fallecido recientemente, y destacó la importancia de un comercio con proximidad.

En los meses venideros habrá otras actividades en la Praza, entre las que destacan los regalos promocionales con vales de compra, los talleres de cocina o los descuentos del 10 % para estudiantes y la campaña especial de Navidad.