El aniversario del derribo del Castromil propicia el debate que Compostela ignoró en 1975
SANTIAGO
Recrean con imágenes virtuales el proyecto que un grupo de arquitectos propusieron hace medio siglo para preservar el edifcio con usos culturales
29 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Urbanistas, arquitectos, amantes de la historia de Santiago y los curiosos nostálgicos tienen una cita ineludible este viernes en el Museo do Pobo Galego (18 horas). Allí se hablará, cincuenta años después, del derribo del edificio Castromil para construir el actual aparcamiento subterráneo de la plaza de Galicia, generando la que sin duda es la mayor polémica urbanística del siglo XX en Compostela.
Hoy son más las voces que consideran un crimen haberse desprendido de aquel inmueble destinado a café cantante construido en 1929, que fue la primera gran obra de hormigón de la ciudad y que en años posteriores ejerció de céntrica estación de autobuses de la compañía Castromil; pero entonces, en 1975, con Franco agonizando, hubo muchos silencios, sobre todo desde las administraciones, que obviaron el debate que trataron de abrir un grupo de jóvenes arquitectos e intelectuales que, más que frenar un derribo que ya era imparable, trataron de remover conciencias. «Perdimos aquel pulso, pero aquello valió para que la sociedad reflexionase sobre otras arquitecturas», valoró en septiembre, coincidiendo con el aniversario de la demolición, uno de los líderes de aquella revuelta, Carlos Almuíña. El arquitecto también fue clave en la redacción de un anteproyecto de reforma del Castromil —junto a sus socios de estudio, los fallecidos Baltar y Bartolomé— y al que también contribuyeron Xosé Lois Martínez y Xosé Manuel Casabella. Los tres participarán en la presentación de aquel trabajo arquitectónico llevado ahora a imágenes virtuales en el proyecto Virtualizando o Edificio Castromil 50 anos despois da súa demolición, que a su vez está enmarcado en una iniciativa con financiación estatal destinada a recuperar las «arquitecturas soñadas y fallidas», liderado por los investigadores de Arsogal. En el acto, que será conducido por los miembros del proyecto Santiago Rodríguez Caramés y Paula Franjo Calvo, también estará presente el responsable de la creación en 3D de los planos, Carlos Paz de Lorenzo.
La propuesta, que también sirvió de punta de lanza pública del recién nacido Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) preservaba el edificio principal, compatible con el aparcamiento y abría otra zona que incluiría un espacio cultural y una sala de conciertos. Esos nuevos usos sí obligarían a derribar casas que durante años ocuparon parte de la actual plaza y cuyas indemnizaciones también fueron polémicas.