Comprar nicho ya no está de moda

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

XOAN A. SOLER

Los cementerios municipales de Ames, Teo y Oroso, los concellos de más pujanza demográfica, tienen tres mil sepulturas pero poco más de cien están adjudicadas

12 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La cultura funeraria de Galicia ya no es lo que era. La tradición de preocuparse sobre cómo será su entierro y dónde se depositarán sus restos parece que poco a poco está pasado a mejor vida. Un síntoma de esta realidad es el desapego actual entre las personas en edad adulta de disponer de nichos, sepulturas o incluso ceniceros para guardar los restos de las incineraciones, cuya demanda va en aumento

Los cementerios parroquiales son la principal opción entre los municipios más pequeños, ya que solamente los ayuntamientos con más de veinte mil habitantes tienen la obligación de disponer de un cementerio público y aconfesional. En el ámbito compostelano, Ames es el único ayuntamiento que debe contar con cementerio municipal. Tiene más de dos mil sepulturas, pero en estos momentos solamente hay tres personas enterradas.

El Concello abrió el año pasado un proceso de licitación para adjudicar en torno a la mitad de los espacios construidos, pero el número de tumbas adjudicadas fue muy inferior. De los 190 panteones con capacidad para tres sepulturas y un depósito de cenizas cada uno solamente se adjudicaron dos. Uno durante 25 años y otro por 75. Los vecinos también podían optar a 72 panteones con cuatro sepulturas cada uno pero solamente se produjo una adjudicación, en este caso por un período de 75 años.

En cuanto al resto de espacios de enterramiento, los amienses cerraron acuerdos de cesión de tres depósitos para cenizas y seis nichos independientes, frente a las 58 tumbas disponibles y los 97 depósitos de incineración.

En cuanto al cementerio municipal de Teo, que como el de Ames fue construido con fondos del Plan E, dispone de 576 sepulturas en Montouto, pero solamente están once ocupadas de un total de 31 vendidas. Y de los cuatro depósitos de cenizas con dueño, tres están ocupados, y parte de las tumbas utilizadas corresponden a traslados de otros cementerios. Se da la circunstancia de que cuando se diseñó y construyó este cementerio no disponía de espacios para el depósito de cenizas, que se incorporaron posteriormente.

Oroso, pese a que en cifras globales no se acerca al censo de Ames ni de Teo, es uno de los concellos de Galicia de mayor y sostenido crecimiento demográfico. Por ello promovió la construcción de un cementerio público con capacidad para asumir 308 enterramientos. En el año 2015 inició el proceso de adjudicación de sepulturas al percibir una importante demanda. Fue así, ya que desde entonces en las instalaciones habilitadas en Marzoa se cerraron 85 adjudicaciones. En este municipio, la única posibilidad de acuerdo de cesión es por 75 años.

El recinto funerario de Montouto tiene enterrador y el de Bertamiráns ha recortado tasas 

La escasa demanda para disponer de sepulturas y la mínima ocupación de estos espacios funerarios no evita que los concellos deban disponer de un servicio de mantenimiento y vigilancia de estas instalaciones.

En el caso de Teo, la gestión del cementerio es directa, para lo que dispone de un conserje y enterrador incorporado a la plantilla municipal a finales del 2018 tras superar un concurso-oposición al que se presentaron veintiocho personas, pero tres fueron excluidas. Los candidatos tuvieron que aprobar un examen teórico y otro práctico. En el segundo caso, las pruebas consistieron en la colocación de una tapa de panteón, la reparación de una luminaria y la identificación de herramientas.

Ames, por su parte, ratificó por unanimidad en su ultima sesión plenaria una modificación en la ordenanza fiscal para eliminar la cuota tributaria de 30 euros para el permiso de acceso a toda clase de depósitos. También quedó suprimida la tasa de 162,72 euros por apertura o cierre de una sepultura especial, además de los 189 euros fijados inicialmente por la tarea de apertura para un osario y el cierre de sepulturas especiales.

El Concello amiense optó por eliminar estas tasas con el objetivo de «simplificar o número de trámites administrativos para o cidadán», en un guiño por conseguir más clientela. El Ayuntamiento reconoció en su propuesta plenaria, ratificada el pasado 27 de diciembre, que este servicio tiene hasta la fecha pocas concesiones cerradas.