
Manu Fernández empezó con apenas 20 deportistas en el barrio santiagués de Santa Marta y hoy Crossfit SCQ cuenta, en el gimnasio Unit 365 de Ames, con más de 350 usuarios
24 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hace apenas diez años pocos sabían qué son las dominadas, burpees o box jumps. Hoy, sin embargo, el mundo del crossfit es cada vez más conocido y su número de adeptos se multiplica como las setas en otoño. El primer box dedicado a esta disciplina deportiva en Galicia abrió sus puertas en mayo del 2013 en Pontevedra. A la zaga estuvo, en octubre del mismo año, el segundo, en Santiago. La fiebre del crossfit se coló tímidamente —cuando aún era febrícula— en el barrio de Santa Marta. Entre sus precursores estaba Manu Fernández Espiña, un vigués de 47 años que estaba metido en las artes marciales por aquel entonces.
«Hacía jiu-jitsu brasileño y mi profesor vive en Los Ángeles. Él iba allí a un box de crossfit y, cuando fui a visitarlo, le dije que quería ver aquello. El propietario del box vino a Galicia ese mismo año y, viendo que era un deporte que se estaba poniendo de moda, surgió la idea de abrir un box aquí. Yo colaboraba con un gimnasio de Santa Marta y en junio me saqué la titulación de monitor oficial de crossfit. A los cuatro meses pusimos en marcha allí las clases, con unas 20 personas. Poco a poco fueron viniendo más y, a los 2 años, el espacio ya se nos había quedado pequeño. La empresa abrió otra sede en O Milladoiro (Ames) y trasladamos allí el box. Estuvimos otros 5 años, hasta que cerró, y unido a otros socios decidimos formar un box individual, porque hasta entonces estuvimos tutelados como filial del box estadounidense, con el nombre de Brick Crossfit», relata a ritmo acelerado, entre clase y clase, Manu.

Asociado con Jose Amo, su mujer Paula Mata y con Fran Vázquez, fundaron en Novo Milladoiro un centro deportivo y espacio de coworking, Unit 365, donde se dio continuidad al box pionero de la comarca, rebautizado como Crossfit SCQ (temporalmente, mientras construían las instalaciones de la calle Oliveira inauguradas en el verano del 2022, alquilaron una nave más pequeña en el mismo polígono). Echando la vista atrás, el encargado del box de crossfit, destaca que «la evolución que vimos en estos años fue, sobre todo, a nivel competición. El box en sí no ha cambiado mucho. Aparecen ejercicios nuevos, más difíciles, y van incrementando los pesos para los deportistas más avanzados, pero para una persona normal no ha diferido mucho. La idea es que todo el mundo pueda practicar crossfit, desde un chaval de 14 años hasta personas de 60, con obesidad, con una rodilla operada o problemas de visión. Desde fuera parece una actividad dura, pero los ejercicios se adaptan, tanto los movimientos como la intensidad, para que sean asumibles para todo el mundo. El objetivo es mejorar la salud de la gente y que sea divertido».
Crossfit SCQ celebró este mismo mes su undécimo aniversario y, como parte del gimnasio Unit 365, cuenta actualmente con más de 350 usuarios. Manu constata que ha habido un bum del crossfit, que atribuye a que este es un deporte «variado y desafiante. Gente que nunca había hecho el pino, lo aprende a hacer con 40 años. Y, sobre todo, engancha mucho porque tiene un componente social muy alto y se crean muchos lazos de amistad. La comunidad se traslada fuera del gimnasio y haces cosas diferentes. A nivel físico es de las actividades más eficaces para encontrarte en forma. Notas cómo mejora la composición corporal, en cuanto a bajar la grasa y aumentar la masa muscular, en poco tiempo. Si vienes tres o cuatro días a la semana ves los resultados en el plano estético en 3 o 4 meses. Siempre se dice que nosotros no somos los mejores en nada, pero somos buenos en muchas cosas: correr, levantar pesas... por eso hay mucha gente a la que esto le abre el abanico y lo traslada a otros ámbitos deportivos como la halterofilia, carreras de obstáculos (OCR)...». Su box, aclara, no va dirigido a profesionales del deporte ni a la competición: «La más top es Tere Cuevas y pueden competir de nuestros 350 usuarios unas 15 o 20 personas, pero a nivel muy local».
Dentro de todos los hermanos pequeños y primos lejanos que van apareciendo en torno al crossfit, Manu advierte que uno de los que más se ha implantado es el hyrox, que combina carrera y entrenamiento funcional: «Es una opción muy aeróbica en la que hay trabajo de fuerza, corres, remo, sentadillas sin peso... y nosotros lo hemos introducido como actividad complementaria. Empezamos la primavera del año pasado con ello». En Unit 365 organizan una competición interna anual por niveles, en la cual participan unos 70 crossfiteros de su box, y ahora hay otra de hyrox abierta también a gente externa al gimnasio.