Cinco coches afectados y un edificio desalojado por el incendio en un garaje de Ames

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

AMES

El fuego se originó pasadas las ocho de la mañana en un inmueble de la avenida de A Maía

13 ene 2025 . Actualizado a las 21:13 h.

Un incendio originado pasadas las ocho de la mañana en un garaje afectó a cinco vehículos, dos de ellos completamente calcinados, y obligó a desalojar un edificio de viviendas situado en el número 75 de la avenida de A Maía de Bertamiráns, en el concello de Ames.

El fuego se inició en uno de los vehículos destruidos, por razones que aún están investigándose. De ahí, se propagó con rapidez a los otros cuatro, que estaban estacionados justo al lado. Además de los que quedaron calcinados, casi todos los coches que estaban en el interior del párking también resultaron afectados, ya que las altas temperaturas que se alcanzaron en el interior del recinto hicieron que se desprendiesen bloques del techo.

Cuando el 112 recibió la llamada alertando del fuego, movilizó a los bomberos del parque provincial de Boiro y al grupo de emergencias GES de Brión. Ambos participaron en las tareas de extinción, mientras que la Policía Local de Ames se encargó de garantizar la seguridad en la zona y de atender a los vecinos del bloque de viviendas desalojado, que esperaban en la calle mientras los servicios de emergencia actuaban. Además, también se dio aviso tanto a la Guardia Civil como a Protección Civil.

La decisión de desalojar el inmueble se tomó por dos motivos. En primer lugar, porque el incendio hizo que emanase del garaje una densa columna de humo que se propagó por el interior del edificio, por lo que los vecinos podían intoxicarse. Además, como el techo del garaje colapsó, la estructura podía estar comprometida, de ahí que por precaución fuese aconsejable que nadie entre en el bloque hasta que los técnicos no den su permiso.

La extinción fue laboriosa y no exenta de riesgos, al tratarse de un recinto cerrado en el que el calor y el humo se concentran. En este tipo de situaciones, los bomberos tienen que trabajar con equipos autónomos de respiración y en condiciones de poca luminosidad. Tras extinguir las llamas, los efectivos desplegados aún tuvieron que continuar operativos para llevar a cabo tareas de ventilación. Cuando por fin salieron del aparcamiento subterráneo sus rostros evidenciaban lo duramente que tuvieron que emplearse para apagar las llamas.

Este incidente pone una vez más de manifiesto lo necesario que resulta poner en marcha el parque comarcal de bomberos de Santiago. Y es que en este incendio, en lugar de actuar los efectivos de la capital de Galicia, situados a solo 14 kilómetros del lugar del suceso, tuvieron que hacerlo los de Boiro, que tuvieron que recorrer 39. Más del doble de distancia, lo que pudo afectar a la rapidez de la extinción.