Crece la natalidad en Santiago y casi equilibra el saldo vegetativo

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

BOIMORTO

SANDRA ALONSO

Los nacimientos superan a las defunciones únicamente en Ames y en Oroso

07 ago 2017 . Actualizado a las 22:12 h.

Santiago registró el año pasado un repunte de la natalidad. Sumó 898 nacimientos, un 4,4 % más que en el 2015 (+38), y registró la segunda mejor cifra de la última década, solo superada por el 2012, cuando había alcanzado los 904 niños en un año. Pero este aumento no ha sido suficiente todavía para volver a números positivos en su saldo vegetativo, puesto que las defunciones fueron ligeramente superiores, cinco más.

En el 2015, Santiago había registrado su peor saldo vegetativo de los últimos años, puesto que había contabilizado 86 fallecimientos más que nacimientos, y la última cifra positiva en esta balanza demográfica la había alcanzado en el 2012, cuando los bebés que vinieron al mundo superaron en 72 a los vecinos que murieron, según los datos que recientemente publicó el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Compostela registra mejores números que las otras ciudades gallegas. A Coruña presenta un balance negativo de 721 personas en su padrón, el peor de esta última década. Algo similar sucede en Ferrol, con un saldo vegetativo de -479, lo que supone su segunda peor cifra desde el 2007, solo superada por el 2015. Por su parte, Vigo registró 584 defunciones más que nacimientos; Pontevedra, 117; Ourense, 447; y Lugo, 212 más.

Por otra parte, son muy pocos los municipios de la provincia coruñesa que pueden presumir de tener un saldo vegetativo positivo: solo siete. Dos de ellos se encuentran en el área compostelana: Ames y Oroso, que vieron como el número de nacimientos superó siempre al de fallecidos durante la última década. Le acompañan en la provincia en una situación similar Arteixo, Miño, Cambre, Carral y Culleredo.

Los números positivos de Ames -donde los nacimientos duplican a las defunciones (343 frente a 150)- y Oroso contrastan con la situación de concellos como Boimorto y Santiso, que durante el año pasado solo registraron seis bebés empadronados. En el caso de Boimorto los óbitos -un total de 54- fueron nueve veces más que nacimientos, mientras que en Tordoia y Santiso fueron seis veces más. Pero hay muchos más concellos en los que los triplican o duplican como Arzúa, O Pino, Touro, A Baña, Trazo, Boqueixón, Val do Dubra, Vedra, Dodro, Toques o Santa Comba.

Más bebés

Por otra parte, Santiago no fue el único municipio del área que vio como en el 2016 aumentaba la natalidad. En algunos ayuntamientos casi llegó a triplicarse, como sucedió en Touro, donde pasaron de ocho nacimientos en el 2015 a los 22 del pasado ejercicio. Por su parte, en Rois y en Toques se duplicó. También creció en O Pino, A Baña, Frades, Ordes, Ames, Boqueixón, Brión, Vedra y Melide. Por su parte, Val do Dubra y Padrón repitieron los valores en ambos ejercicios, con 26 y 73, respectivamente en cada uno de ellos.

En cuanto a los descensos de nacimientos, los más acusados se produjeron en Santiso y en Boimorto, que se quedaron en la mitad, según los datos del Instituto Galego de Estatística.

Un millar de matrimonios en el área compostelana durante el 2016

Los datos demográficos del IGE además de reflejar 2.137 nacimientos durante el año pasado en el área compostelana frente a las 2.801 defunciones, también contabilizan un total de 1.001 matrimonios. Esto supone un descenso de 49 respecto a los alcanzados en el 2015.

En Santiago, se registraron 430 uniones. Suponen 39 menos que en el 2015, pero se superan los valores alcanzados entre los años 2010 y 2014. Al igual que en Compostela descendieron los matrimonios en otros trece municipios: Arzúa, Touro, Negreira, Frades -donde pasaron de 18 a únicamente dos durante el 2016-, Oroso, Tordoia, Trazo, Ames, Boqueixón, Teo, Val do Dubra, Dodro y Santiso -de seis a únicamente una-.

Por su parte, el mayor incremento en el número de bodas se produjo en Ordes, que pasó de 31 a 47 en un año. También aumentaron en Boimorto, A Baña, Brión, Vedra, Padrón, Rois, Melide y Santa Comba. Llama la atención el caso de Toques, donde desde el 2014 al 2016 no se registró ninguna unión.

Conciliación

Sigue sin garantizarse el relevo generacional. Las defunciones superan en 664 a los nacimientos en el área compostelana y aunque Santiago presente los mejores resultados de las ciudades gallegas, no hay muchos motivos para sonreír. Cada vez tenemos una población más envejecida y siguen pendientes las políticas de conciliación reales que permitan un despegue de la natalidad. Mientras no existan, no habrá cambios de tendencia.