Luz Casal desnuda el alma en un festival de récord en Boimorto

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol BOIMORTO

BOIMORTO

PACO RODRÍGUEZ

Su concierto conmemora el millón de euros de recaudación solidaria

25 ago 2024 . Actualizado a las 22:24 h.

Luz Casal volvió a desnudare el alma en un recital frente a la casa en la que nació. A sus pies, en la finca familiar de Orros, un entregado público se emocionó, coreó canciones, aplaudió... en definitiva, la acompañó en su regreso como solista principal al escenario del festival que impulsó en Boimorto para reivindicar sus raíces rurales, mostrando el trabajo de la gente que las robustece, bien representada por artesanos y productores. Este sábado, la noche llamó a la puerta en Boimorto con un sonoro «Hechizado», el tema con el que la anfitriona —inmersa en la recta final de la gira de presentación de «Las ventanas de mi alma»— arrancó su tercer concierto en trece años de festival. En realidad, nunca faltó a la cita, pero, esta vez, en lugar de saltar por sorpresa al escenario acompañando a alguno de los artistas, actuó en solitario en una edición señalada por haberse superado el millón de euros en la recaudación solidaria acumulada, a lo largo de los años, de la venta de entradas.

PACO RODRÍGUEZ

La mañana recibió la visita de la lluvia, que, aún inoportuna, no aguó los planes ni de los cientos de personas que formaron las colas de acceso al recinto, ni de quienes se fueron con la casa a cuestas al festival —con una zona para campistas sin sitio para más— a pasar el fin de semana. Como los vilagarcianos Sara Freitas y Xocas Sobrido, que, cuentan, «venimos por reunirnos con los amigos, pero los niños tienen actividades y también lo pasan bien estando al aire libre en un sitio amplio». De 17 personas es el grupo, procedente de Ferrol, en el que Merchi Pérez y su hijo Brais Caeiro comentan que en el Festival de la Luz «sempre descobres cousas, e sempre hai cousas que hai que vir ver». Hablan de un cartel musical que reúne tanto a artistas consagrados, como emergentes —más de 55 suman este año—, con propuestas de estilos y géneros muy dispares.

PACO RODRÍGUEZ

El eclecticismo que caracteriza la programación musical es algo que puede comprobar el público a lo largo del todo el fin de semana. Merchi Pérez, que hace unos años descubrió a A Banda de Balbina en Boimorto, cuenta que, en esta ocasión quedó prendada de la Banda de Música de Arzúa. «É xenial», afirma esta ferrolana, que pernocta en Boimorto con la compañía de, entre otros, un buen puñado de adolescentes. Asegura que «o pasan pipa, porque os deixamos ao seu aire». Además, «sempre hai artistas que coñecen e lles gustan». En el cartel de esta edición, señalan a Ortiga, un referente en la reinterpretación de la tradicional verbena gallega. Su actuación está prevista para este domingo, pero ayer por los diferentes escenarios del Festival de la Luz también desfilaron otros artistas de reclamo juvenil como Paula Koops, una joven promesa del pop español, Coolnenas, con una personal puesta en escena como djs, o Fillas de Cassandra y su particular propuesta de música electrónica.

La jornada del sábado también dejó un buen sabor a rock: el autóctono de Ruxe Ruxe, el patrio de Obús, y el del internacional Elliot Murphy. El cartel del domingo no baja de intensidad. El festival se despedirá con la banda de heavy metal Mago de Oz, tras el paso por el escenario de otro amalgama de artistas, como, entre otros, el neoyorkino Chris Barron, líder de Spin Doctors, que es ya un clásico del festival, y Caamaño y Ameixeiras, el grupo de música tradicional gallega de mayor proyección internacional.