La carballeira de Santa Minia, en la uci

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

BRIÓN

XOAN A. SOLER

El suelo del emblemático espacio de Brión está infectado de «Armillaria mellea» y para salvarla hay que sustituir once árboles, algunos centenarios

27 mar 2024 . Actualizado a las 19:30 h.

La vinculación del ser humano al territorio forma parte de su ADN, por eso algunos espacios emblemáticos se convierten en un símbolo que se heredan de generación en generación. Sin duda, la carballeira de Santa Minia es el elemento que más se identifica con Brión, concello al que pertenece. Y está muy enferma. Con carballos centenarios, este enclave, cedido por el vecindario como espacio público, recibe su nombre porque en ella se venera el cuerpo incorrupto de una mártir romana, a la que cada 27 de septiembre se honra con una romería multitudinaria.

La arboleda también es el epicentro cultural del municipio con un edificio que durante décadas acogió la Casa do Concello. Pero para que este enclave pueda seguir manteniendo su nombre necesita un tratamiento de choque. Empleando un símil sanitario, puede decirse que la carballeira de Santa Minia está en la uci en estado crítico por múltiples males. Y para salvarla hay que cortar por lo sano y limpiar si no se quiere que acabe en un tanatorio.

El principal problema de la Carballeira de Santa Minia se llama Armillaria mellea, un hongo que se extiende como una mancha de aceite que pudre las raíces contaminando la tierra de forma irreversible. Y una vez que el árbol está enfermo, ya no tiene cura. Este mal afecta a seis de once carballos de Santa Minia analizados, algunos de ellos centenarios. Estos ejemplares se concentran en la zona de acceso a la carballeira, entre la iglesia y los edificios municipales. Y esto no es en absoluto casual, ya que este patógeno tiende a desarrollarse en suelos muy compactados y con grava, algo en lo que la mano del hombre y las toneladas de peso de los camiones tienen muchísimo que ver.

XOAN A. SOLER

El impacto de este hongo está expresamente recogido en el informe que encargó el Concello de Brión tras constatar un incremento significativo de problemas de salud de los carballos, con desplomes de ejemplares completos y de grandes ramas producidos en los últimos años. Su contenido es irrebatible, ya que Afonso Touceda Abelleira, técnico encargado del mismo, y que analizó los once árboles y la tierra con criterios científicos remitiendo las muestras a la Estación Fitopatolóxica Areeiro para su análisis, confirma «unha patoloxía moi importante que afecta ao sistema radicular das árbores causada polo fungo Armillaria mellea. O control é difícil, porque o patóxeno vai avanzando polo solo afectando ás árbores próximas que atopa, xa que se propaga mediante unhas estruturas similares as raíces, rizomorfos, e polo contacto entre as raíces enfermas coas sas»

La conclusión recogida a renglón seguido en este documento, fechado el día 7 de este mes, no puede ser más contundente: «Non existe ningún tratamento curativo unha vez que o fungo penetra na raíz». El estudio se ciñe a un ámbito pequeño de la carballeira, por lo que para saber el estado del resto del suelo se necesitan analíticas similares.

Cambiar la tierra afectada y repoblar con menos árboles, la opción menos traumática

Aunque la Armillaria mellea afecta a seis de los once carballos analizados, los cinco que hasta ahora se han librado de ella «están moi mal». Algunos «teñen as ramas secas polos insectos, que entran nas árbores pola debilidade que sofren polos ataques dos fungos», detalla Touceda, cuyos análisis evidencian que tienen una «ensalada» mortal para la que tampoco hay cura posible. 

Por ello, la única alternativa para que la carballeira de Santa Minia haga honor a su nombre es una drástica pero contrastada intervención que pasa por retirar los árboles enfermos analizados y eliminar cualquier resto de las raíces para que una futura repoblación no se vea contaminada. Esto implica quitar toda la tierra del perímetro afectado reponiéndola con otra. Y no vale cualquiera, ya que tiene que ser una tierra concreta, denominada franco arenosa. Y a partir de ahí llevar a cabo una repoblación con nuevos carballos, que deben tener unas características concretas. La recomendación es que no tengan gran envergadura, sino una altura de unos dos metros y medio, y proceder de una zona cercana. Además, el equilibro entre su copa y tronco es fundamental para que crezca, al igual que el estado de sus raíces.

XOAN A. SOLER

Asamblea el 10 de diciembre

Todos estos condicionantes fueron expuestos por el equipo técnico al Concello de Brión, cuyo alcalde, Pablo Lago, reconoce su preocupación por el estado de la carballeira, pero sobre todo por el riesgo de un accidente que pueda provocar daños a la población. El Concello convocará para el 10 de diciembre una asamblea para explicar al vecindario el proyecto para salvar la carballeira. El alcalde y el técnico autor del estudio sobre los árboles ya informaron a los partidos de la oposición y harán lo mismo en la cita vecinal. Mientras tanto, el arquitecto municipal están tramitando el expediente para solicitar permiso a la Dirección Xeral de Patrimonio permiso para intervenir en la carballeira.

Lo ideal, argumenta el técnico en jardinería, es plantar menos carballos, para que crezcan sanos y con espacio para desarrollar amplias copas, con la posibilidad de incorporar algunos ejemplares, tres como mucho, de más tamaño, para que el impacto emocional sea menor. Y vigilar su crecimiento.