Cae el «campanu» en Melide: «A troita está na neveira esperando a que a vexa o fillo, di que no móbil non di a verdade»

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

cedida

Antonio González Mejuto capturó un ejemplar de 57 centímetros y 1,950 kilos

07 abr 2023 . Actualizado a las 01:09 h.

No es un cuento. Mide 57 centímetros, y pesa 1 kilo con 950 gramos. Quizás por eso, por la fama de exagerados que persigue a los pescadores, uno de los hijos de Antonio González Mejuto no acaba de creerse que esas son las medidas de la trucha que su padre capturó, este domingo, en el coto de pesca del río Furelos, en Melide. El ejemplar «está na neveira esperando a que o vexa o fillo, que di que no móbil non di a verdade, pero di, di...», cuenta el hombre.

Desde que el 19 de marzo empezó la temporada de pesca, este melidense de 75 años acude al río, siempre que puede, a pescar. Y, además de cargar con todo el material necesario para disfrutar de una afición que practica desde niño, se llena de paciencia porque, en la presente campaña, «ao parado, non pican. Hai —explica— moita londra, visón e corvo mariño... bichería que papa de todo e sen medida».

Cuenta Antonio González que eso mismo le comentaba a Juan Lamas, el vecino de Sobrado dos Monxes que le ayudó a sacar la extraordinaria trucha del río, cuando picó el anzuelo. «É a mesma miñoca que puxen cando cheguei ás oito da mañá», recuerda que le dijo. Por eso, fue toda una sorpresa cuando, cerca ya del mediodía, asomó el «campanu». «De non ser polo compañeiro que me axudou a quitar a troita, non daba, que rompía todo, a caña e a sedela», asegura el pescador.

Cuerpo a cuerpo, hubiese ganado el animal. De hecho, para hacerse finalmente con la pieza, los hombres tuvieron que echar mano de una especie de salabardo, un aparejo de pesca consistente en un aro con una red en forma de saco, sujeto a un mango largo. ¿Y en qué punto exacto del coto de pesca del Furelos se capturó semejante ejemplar?. Pues en el área recreativa a la que da nombre el río. Precisa Antonio González que a «uns 30 metros» de la zona de baño. Y ojo, porque años atrás, justo al lado, el melidense pescó otra trucha de 75 centímetros.