Rescatan truchas y otros peces en riesgo por una fuga en las piscinas de Melide

Hasta siete metros de distancia puede alcanzar una descarga —a una potencia debidamente controlada— de un equipo de pesca eléctrica, un sistema que paraliza momentáneamente las piezas, facilitando su captura con redes. Su uso en la práctica convencional del deporte está prohibido, reservándose, únicamente, para situaciones excepcionales como la que desplazó a la playa fluvial de Furelos, en Melide, a cinco agentes del Servizo de Patrimonio Natural, de la Consellería de Medio Ambiente. El canal que desde la zona de baño conduce hasta un viejo molino es el espacio en el que, durante dos horas, trabajaron los efectivos, que rescataron medio centenar de truchas y escalos de diferentes tamaños para luego soltarlos río abajo.

Hacia las diez de la mañana, los agentes, acompañados por miembros de la Asociación de Troiteiros Río Furelos y coordinados por el jefe de servicio, iniciaron los trabajos, que apenas dieron resultado hasta que se adentraron en el tramo del canal más próximo a la zona verde y a la de baño del área recreativa. En los últimos cincuenta metros, aproximadamente, que se peinaron se rescataron la mayoría de las piezas, que se movieron en la misma dirección hacia la que avanzaban los dos agentes que intervinieron desde el agua, al sentir el impacto de las descargas eléctricas. Técnicos medioambientales y pescadores también explicaron que era previsible que las truchas y los peces se concentraran en esa zona del canal, porque hay tramos invadidos por la vegetación y por la maleza.

En cualquier caso, salvar la fauna piscícola del canal era el objetivo —cumplido— de la intervención, que autorizó la Consellería de Medio Ambiente, tras sendas comunicaciones recientes en las que la Asociación de Troiteiros advirtió de una fuga de agua clorada en las piscinas del área recreativa y de su posible afección en las especies que habitan en el canal, toda vez que en sus inmediaciones se llegó a acordonar un área afectada por la fuga al estar totalmente encharcada. El presidente del colectivo de pescadores, Xabier Pazo, agradeció «o laborioso traballo» de los agentes medioambientales, y, por otro lado, se mostró «sorprendido» de que el Concello de Melide, tal y como trascendió, haya dilatado la limpieza del canal hasta ahora, cuando tan solo falta una semana para que caduque el permiso que Augas de Galicia le concedió hace 24 meses.

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