Melide también quiere a su cura: «Arelamos un pronto retorno á que é a súa casa»

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol REDACCIÓN / LA VOZ

MELIDE

NOGUEROL

Los vecinos se deshacen en halagos hacia José Manuel Melle, deseando que siga, ante la llegada del ahora cura en Lalín

07 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Dijo un vecino de Melide cuando, hace 17 años, José Manuel Melle llegó a Melide para ejercer el ministerio sacerdotal que «este

é un sacerdote de verdade». Lo cuenta otro paisano al hilo del desconcierto que, hace un par de semanas, se creó en la localidad por el nombramiento como nuevo párroco a Marcos Torres, que este domingo se despedirá de su Lalín natal para pena de sus feligreses. Igual sentir embargará a los melidenses si ese mismo desenlace le espera a Melle, al que no dejan de llegarle muestras de aprecio de los vecinos, que también verbalizan el deseo —generalizado— de que permanezca como párroco en su unidad pastoral.

«Arelamos un pronto retorno á que é a súa casa». Es, de los mensajes que por decenas se cuentan en las redes sociales, el que mejor resume el clamor popular en favor del cura, pendiente, desde hace un año, de una intervención quirúrgica —de prótesis de rodilla— para la que también le desean, de manera unánime, suerte y una rápida recuperación. La proximidad de la operación, que se presume inminente a tenor de que el párroco solo está a la es pera de la consulta con el anestesista, coincidió en el tiempo con los nuevos nombramientos en la Diócesis de Lugo, dando lugar a todo tipo de elucubraciones. «Hai moitas dúbidas sobre o porque desta situación, de quen tomou a decisión, e, incluso, se fala de que me xubilo por enfermidade, pero iso non é así. É un período de baixa por mor dunha intervención de prótese de xeonllo», aclara José Manuel Melle.

El cura párroco de Melide no despeja dudas a modo de reproche por los dimes y diretes, sino todo lo contrario. «Despois de todo —dice— tamén é algo satisfactorio, porque significa que a xente se preocupa por un». Esa satisfacción es inevitable cuando se le pregunta por cómo valora el aprecio que está recibiendo de los vecinos de Melide, que dejan constancia de la necesidad de «o seu bo facer e a súa presenza», a la vez que agradecen «os anos que predicou co exemplo no seu cargo de cura párroco [...] un servizo auténtico e fecundo ao servizo dos fregueses».

Nacido en Sarria en 1958, el párroco «forma parte de nuestras vidas», dejó escrito una melidense en la cadena de mensajes engarzada en las redes sociales. Y no en vano. El propio sacerdote afirma que «a familiaridade téñoa hoxe en Melide», como ponen de relieve «as persoas que se brindaron para auxiliarme durante a miña convalecencia», cuenta.

Superada la intervención quirúrgica, serán, de acuerdo con el pronóstico médico, unos cuatro meses de recuperación, durante los que Melle, que tuvo conocimiento por la prensa del «sigiloso» nombramiento del lalinense Marcos Torres como nuevo párroco de Melide, sopesará qué hacer en un futuro próximo. El Obispado de Lugo le puso encima de la mesa una oferta «xenerosa» que está sin aceptar. «Non teño grandes ansias», afirma y «non tiña decidido abandonar, despois do postoperatorio», cuenta. «Fixen ver que ao mellor tiña que irme, porque o volume que hai de traballo pastoral supera a miña resistencia», explica, al respecto. Sin embargo, «nunca dixen ‘voume’», puntualiza, que pretendió que sus superiores eclesiásticos tomasen conciencia de la necesidad de reforzar la unidad pastoral de Melide, con 23 parroquias asignadas, con más vicarios de apoyo.