
El espacio que se encuentra el excursionista se merece matrícula de honor
22 jun 2025 . Actualizado a las 05:05 h.Cabe empezar reconociendo que llegar al área recreativa de A Magdalena, en el municipio de O Pino, puede ser difícil, al menos sobre mapa. Pero en realidad no lo es. La distancia semeja corta, si bien como alguien no esté acostumbrado a meterse por esas pistas (asfaltadas) que forman un pequeño laberinto tan típico del mundo rural gallego puede acabar en cualquier parte rodeado de eucaliptos. Y será una pena, porque el lugar se merece no solo una visita, sino un día entero de relax.
Así que procede dar las pertinentes indicaciones. Desde Santiago, autovía a Lugo, primera salida después de la del aeropuerto y hacia Curtis. O sea, la Nacional 634. A los 200 metros, giro a la izquierda (stop bien pintado en el firme). Doscientos metros por la antigua vía romana, giro a la izquierda de nuevo, a los 150 metros desvío a la misma mano y se va a encontrar el visitante ante un templo sencillo y escasamente bonito al lado de un palco de música que procede bordear dejándolo a la diestra. A los 700 metros, de frente, y medio kilómetro más allá espera el destino. ¿Parece complicado? Quizás, pero hay que insistir en que es muy sencillo. Además, al lado de ese palco de música se han colocado señales, algo es algo.
El espacio que encuentra el excursionista se merece una matrícula de honor. O por decirlo con otras palabras, impecable, limpísimo, todo delimitado por un bien integrado cierre de madera, sitio amplio para aparcar, mesas y bancos en excelente estado en la margen derecha del arroyo que la cruza… Y recibiéndolo, una fuente y una laguna profunda, que podría ser peligrosa para los más pequeños pero que está delimitada con claridad (aunque ello no implica que perderlos de vista sea una buena idea, todo el mundo sabe que son capaces de las aventuras más insospechadas).
Esa es la zona baja del enorme entorno: laguna y dos puentecillos de madera para ir de un lado al otro del Carballas, que así se llama esa corriente de agua. Y luego está la zona alta, que a diferencia de la otra es llana. Ahí se alza el cruceiro y el templo.
El cruceiro de mediana altura es una obra de arte, con una imagen de la virgen con su Hijo en la cruz a media altura del fuste, por la parte de atrás. Basa de dos niveles y capitel muy trabajado en sus cuatro partes. La capilla tiene una sola nave, rectangular y muy alargada, con dos contrafuertes en el exterior por la mitad de su trazado.
Y una muestra de cómo se cuida el detalle: hasta los contenedores de basura han sido bien camuflados tras otro cierre de madera. ¿Una tontería? No, una manera eficaz de por lo menos disminuir esas agresiones estéticas que constituyen los miles de contenedores que afean el mundo rural gallego. Tome nota quien proceda.
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Coordenadas
42°56’06’’N 8°24’47’’W
Romería
22 de julio