Municipios como As Pontes, Carballo u Ordes cuentan con decenas de obras de arte urbano
03 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pasaron de ser llamados vándalos a llevar su obra a muros y paredes de toda la provincia. Hace 18 años, iniciativas como DesOrdes Creativas, en Ordes, o las Meninas de Canido, en Ferrol, fueron pioneras en crear auténticos museos de arte urbano al aire libre. Nacieron con objetivos como combatir el feísmo, democratizar el arte, promover la participación ciudadana o lograr un sentimiento de orgullo en zonas que estaban más deprimidas. Hoy replican sus éxitos en municipios como Carballo, As Pontes, Cambre, Rianxo, Fene, Santiago, Ames y un largo etcéteras de municipios que se amplía justo en estas fechas. Y es que la mancomunidad de concellos de Ordes ha decidido exportar el modelo a otras localidades como Frades, Oroso o Trazo para crear un geodestino.
«É moi positivo para todo este desastre urbanístico que hai en Galicia. E non digamos en pobos máis pequenos ou medianos, onde as infraestruturas foran creadas sen moita planificación», explica Mon, de Mutante Creativo, uno de los fundadores del DesOrdes. En su caso, la iniciativa comenzó como una «xuntanza» entre artistas urbanos que, dada la buena acogida que tuvo en el pueblo, acabo por convertirse en festival. «É un proxecto que serviu de modelo», añade el también organizador del Rexenera Fest de Carballo, uno de los primeros municipios de la provincia en sumarse a estas iniciativas.
«Actualmente é o recurso turístico do núcleo urbano polo que máis se pregunta e tamén e o tipo de visita guiada para grupos máis solicitada», cuentan desde la oficina de turismo carballesa, donde explican que, además de «intervir sobre o espazo público para embelecer, humanizar e crear espazos de convivencia», se buscaba crear un recurso cultural e identitario: «Dous dos ingredientes fundamentais do proxecto son a aceptación dos veciños como algo propio e motivo de orgullo, así como contar con artistas locais que axudaron a impulsalo».
	
				Sentimiento de orgullo
Y es que otra de las patas de este tipo de iniciativas es fomentar la participación y el sentimiento de identidad de la población local. Lo tienen claro en As Pontes, donde el proyecto EnPezas —que a diferencia de otros no se realiza en formato de festival, sino a lo largo del año— nació con la vocación. «O máis importante do noso proxecto, máis aló da representación artística, é o concepto de participación da cidadanía, o sentido de que ese museo pertence a todo o mundo e que todos formamos parte del», explica la concejala de Cultura, Lorena Tenreiro. Es por ello que la temática de todos los murales debe estar vinculada al municipio, como el dedicado a su fundador, García Rodríguez, o el que a orillas del río cuenta la leyenda del Eume. Hay tres modalidades de obras: de autor, de artistas locales y de colectivos de la zona. «É un proxecto que moi querido polos veciños e veciñas. Hai un sentido de orgullo brutal».
En ese sentido, las organizadoras del Delas Fest van un paso más allá. Se trata de un caso más particular, ya que solo participan mujeres y se realiza en diferentes municipios del área compostelana, como Brión o Negreira. «Traballamos de maneira contextual, cos lugares onde vamos a intervir e cos colectivos ou persoas que viven neles», explica Sonia. Cuenta que, una vez se decide qué muros se van a pintar, se hacen una serie de reuniones entre las artistas y los colectivos de la zona y «froito dese proceso de diálogo, xurde a idea final». Pone como ejemplo el caso de una persona que quiso hacer un mural sobre tareas domésticas y pidió a las vecinas que llevasen fotos antiguas de mujeres en la cocina. La temática es libre, pero debe tener perspectiva de género.
El Delas Fest surgió de una iniciativa que buscaba dar visibilidad a las mujeres, que solo representaban un 10 ?% de los carteles de los festivales de arte urbano. Y es que otra de las consecuencias que han tenido este tipo de iniciativas es que han catapultado a los artistas gallegos.
Un espectáculo visual
«Cuando empezamos, la acción de pintar en la calle no estaba bien vista. Muchos de los artistas pintaban en clandestinidad y ahora lo hacen ante miles de personas. Es un espectáculo visual», explica Eduardo Hermida, impulsor de las Meninas de Canido en Ferrol, otra de las iniciativas pioneras de la provincia, que este año cumplió la mayoría de edad. «Empieza por una acción reivindicativa, para disimular un poco la tristeza y el abandono que sufría el barrio», explica sobre el origen del proyecto, con la particularidad de ser el único con un tema común. «Todo se centra en la interpretación de un cuadro del barroco para convertirlo en una pieza moderna. Intentamos sacar el arte de los museos para hacerlo popular», añade. Esta democratización de la cultura fue otro de los objetivos que tenían los pioneros como Mon o el propio Hermida: «Me encanta lo que hay en la provincia y me gustaría tener más conexión entre nosotros».