Si hace un decenio se convoca un diálogo sobre el Camino Inglés, asistirían cuatro. Ayer, en el marco de Fairway y cierto es que en un espacio que nadie calificaría de muy grande, aquello estaba abarrotado, con cámaras grabando, fotógrafos por todas partes y personal de pie en la retaguardia, porque más sillas no había. O sí las había, pero meterse atrás implicaba no ver nada. Hay que decir que el formato fue el idóneo, muy lejos de las interminables mesas redondas con un montón de gente, cada uno a su rollo y a sufrirlo los demás. En una de esas se vio el alcalde de Oroso, por ejemplo. Justo añadido: también participaba el deán de la Catedral, que lo bordó.
En el caso del Camino Inglés, el periodista Terio Carrera, el ex profesional pero siempre ciclista Ezequiel Mosquera, el gran Moncho Fernández y Antonio Leira, concejal igualmente de Oroso y diputado provincial del ramo, se aunaron para contar en solo veinte minutos experiencias, recuerdos, ansias y proyectos. El acto cogió dinamismo, y se fue de lo global a lo local y viceversa: tanto se habló de Finlandia y las acciones de promoción en Inglaterra como de la nieve en la ruta jacobea cuando Ezequiel y amigos se picaban sobre una bicicleta que a duras penas avanzaba por el Camino de Santiago. O es paso del ex jugador de baloncesto Nikos Gallis por todo el Inglés con la compañía circunstancial de Moncho Fernández.
Y en el otro lado del Palacio de Congresos, el estand de Muros y Noia traía una buena noticia: los cinco municipios de esa ría más los que vienen después, ya de la comarca compostelana, suprimieron el apelativo de Camino Inglés para la ruta jacobea que promocionan. Bendita sensatez.